Alessandro Petacchi, el rey del esprint, abrió la serie de duelos previstos entre los guepardos del pelotón con la victoria en la segunda etapa de la Vuelta disputada entre León y Burgos, de 207 kilómetros, en la que el maillot cambió a favor del holandés del US Postal Max Van Heeswijk, merced a las bonificaciones. Los dos extremeños participantes llegaron descolgados: José Antonio Pecharromán a un minuto y 14 segundos y Julián Sánchez Pimienta a 1:52.

El corredor del Fassa Bortolo, el mismo que este año ganó 9 etapas en el Giro, se impuso a su estilo habitual, con autoridad y poderío, por delante del alemán Zabel y de Oscar Freire, segundo y tercero respectivamente.

El jersey oro cambió de espaldas, pero no de equipo. El esprinter holandés Van Heeswijk hubo de esforzarse para evitar que Zabel pasara en primer lugar por el esprint de Moratinos y se llevó 6 segundos de bonificación, suficientes para desbancar a su compañero Landis del primer peldaño de la general.

Petacchi, de 30 años, dispersó las dudas que traía a la Vuelta y elevó su moral y confianza. Después de arrasar en el Giro, entró en barrena con su paso inédito en el Tour, donde se retiró con el único recuerdo de un buen golpe. Después, en Holanda, tuvo otro accidente y ayer se fue al suelo, sin consecuencias.

"Pensé que ya no podría ganar aquí. Estaba falto de ritmo y lo estaba pasando bastante mal, pero mi equipo me ha llevado perfectamente hasta la meta y he podido conseguir una victoria muy importante", explicó Peta .

TRABAJO GLOBAL El equipo italiano puso en bandeja este éxito de su líder. A falta de 8 kilómetros de meta salieron en bloque a controlar una ataque de todo el Liberty, en busca de abanicos, pero el intento lo echaron abajo. A partir de ahí fueron dueños del pelotón y entre Velo, Trenti y Ongarato, los de la caída, le hicieron el trabajo para rematar con autoridad en la llegada de Burgos. Un triunfo de gran trabajo colectivo.

La jornada se ajustó al guión previsto de llegada masiva y escapadas controladas. La primera de la Vuelta la firmaron el español Ricardo Serrano, del Cafés Baqué y el holandés Bram Tankink, del Quick Step. El proyecto tomó cuerpo con una diferencia de 6.52 en el kilómetro 105, pero el Illes Balears aceleró el ritmo del grupo, lo que supuso que se dividiera en tres partes, con Joseba Beloki en la segunda. Al final no perdió tiempo gracias al trabajo de sus compañeros.