Tres años en Primera Estatal desgastan, y más si las temporadas son solo aptas para cardíacos. Y eso es lo que quieren evitar la próxima campaña desde la dirección del Cafetería Europa Club Balonmano Villafranca. Su nuevo presidente, Raúl Barrero, declaraba que el objetivo principal este año será «no sufrir», premisa que insiste en repetir porque quieren una temporada «más tranquila», en la que no tengan que jugársela en cada partido.
«Con ganar todos los que disputemos en casa y un par de ellos fuera, ya tendríamos 36 puntos», cifra más que suficiente para que el equipo ocupe la zona alta de la clasificación y pueda, incluso, soñar con los play off de ascenso. No obstante, el mensaje que ha transmitido y ha querido dejar claro tanto a su entrenador como a sus jugadores es el de permanecer fuertes en casa, «rascar todo lo posible» a domicilio y conseguir la salvación cuanto antes.
Para ello, la planificación de la pretemporada, tal y como comentaba su presidente, consistirá en dos semanas intensas, «incluidos los fines de semana» para llegar a buen nivel a los encuentros amistosos. Los entrenamientos comenzarán el día 16 de agosto y, aunque no se conocen las fechas exactas aún de los partidos de preparación, está previsto que el primero sea la semana siguiente de empezar a rodar. Disputarán otro el primer fin de semana de septiembre y, el día 9 del mismo mes (fecha sí confirmada con carácter oficial), se presentará al equipo y jugarán un triangular en Villafranca de los Barros con motivo de las Fiestas de la Coronada. Los rivales están todavía por determinar.
Lo mismo ocurre con el arranque del campeonato liguero. Los pacenses se estrenarán en casa el fin de semana del 16 y 17 de septiembre, a menos que el grupo quede conformado con 15 equipos y esa jornada descansen, con lo que su inicio se pospondría a la semana siguiente.
Plantilla
A dos semanas del inicio de la pretemporada, el Balonmano Villafranca de Fernando Castelló (que dirigirá al club por primera vez este año) tiene su plantilla prácticamente cerrada. El club ha renovado a casi todos sus hombres y ya se han confirmado tres fichajes, el lateral derecho Julio Báez (internacional con Puerto Rico), el extremo oscense Lucas Abadía (que se formó en las categorías inferiores del Barça) y el lateral valenciano Nacho Alemany (que ha militado en liga Asobal y es hijo del también jugador Juan Francisco Alemany).
De los recién incorporados se espera que le den el toque de calidad al equipo para terminar de dar el salto en la clasificación. Son jugadores «consolidados en la categoría, con recorrido» y la intención es que su experiencia en equipos de mayor nombre enriquezca al grupo. No obstante, según manifestaba Raúl Barrero, aún falta por ratificarse la firma de un par de jugadores, que serán anunciados a lo largo de la semana.
En cuestión de días, el Villafranca iniciará su cuarta campaña en la tercera división nacional de balonmano con una directiva completamente nueva y con jugadores de cierto renombre para ilusionar a la afición y disfrutar de un año plácido en el que se pueda aspirar a algo más que la salvación.
