El Plasencia Extremadura buscará esta noche (21.00 horas) conseguir el billete que le permita volver a Pamplona. Todo pasa por volver a vencer al Navarra como se hizo el lunes. Para ello, la directiva quiere que La Bombonera vista sus mejores galas y por ello la entrada esta noche será totalmente gratuita. Se quiere conseguir un ambiente que empuje a forzar el ansiado y definitivo quinto partido.

Será una nueva final, otra más de las muchas que ya se han jugado esta temporada, como relataba Rafa Gomariz: "sabemos jugar finales porque lo llevamos haciendo todo el año, primero para salvarnos, luego para meternos en el grupo bueno, y posteriormente para entrar en los playoffs ".

ANIMOS RENOVADOS La espectacular victoria del lunes (83-59) da motivos suficientes para soñar y poder empatar la eliminatoria. "Tenemos que tener un gran nivel de concentración", señalaba Gomariz, "olvidar lo pasado y centrarnos sólo en esta noche, el equipo y la afición son para quitarse el sombrero, sienten lo que estamos haciendo esta temporada y lo que nos está costando".

La preocupación estriba en el pinchazo que sufrió en el abductor Pablo Almazán, que lo tendrá "entre algodones" hasta la hora del partido. La profundidad de banquillo navarro preocupa al técnico placentino. Algunos de sus componentes pudieron descansar en demasía: Parmer jugó el lunes tan sólo 12 minutos, Adrián García, 21 y Roma Bas, 23; por los 34 minutos de Barceló y los 31 de Sekulic.

Se espera de nuevo al mejor Geoffrei Silvestre, al que parece que le motivan los grandes retos: "le necesitamos mucho, con él tenemos un plus", comentó Gomariz.

Por su parte, José María Urabayen, técnico rojillo, que no compareció en rueda de prensa tras la derrota en el tercer encuentro, destacó que "no es fácil ganar porque hay mucha igualdad, tenemos que mejorar el nivel defensivo, correr más y dominar el rebote".

Se quiere y desea, por parte del club que el pabellón registre una gran entrada, la invitación está hecha, los jugadores quieren responder con trabajo y compromiso y quieren estar más arropados que nunca. Pamplona les espera.