BETIS: Doblas, Melli, Juanito, Nano, Castellini; Joaquin, Rivera, Assuncao (Arzu, m.46), Xisco (Dani, m.76); Edu y Oliveira.

VILLARREAL: Viera, Javi Venta, Peña, Quique Alvarez, Arruabarrena, Josico, Tachinardi, Sorin (Roger, m.85), Riquelme (Lucho, m.87), Diego Forlan y José Mari (Cazorla, m.76).

GOLES: 0-1: m.10: Jose Mari. 1-1: m.27: Oliveira. 1-2: m. 59.Sorin. 2-2: m.61: Javi Venta (pp). 2-3: m.68: Riquelme, de penalti.

ARBITRO: Antonio Rubinos Pérez (Comité Madrileño). Expulsó a Joaquín (m.65) y a Melli (m.73).

El Villarreal prosiguió su escalada en el Ruiz de Lopera ante un Betis que mejoró el juego de partidos anteriores, ante el Chelsea y Málaga con los que perdió, pero que se mantiene en una espiral negativa de resultados, y que tuvo un polémico final.

Un penalti que lanzó dos veces Riquelme --el primer intento lo detuvo Doblas-- y la expulsión de Joaquín, a la que siguió la de Melli, fue del detonante para que el partido tuviera un final accidentado, ya que la actuación del colegiado Rubinos Perez fuera abroncada y acompañada por lanzamiento de objetos.

Betis y Villarreal, en algunos momentos del primer periodo, demostraron sus condiciones de equipos que llegaron en la pasada campaña a los puestos de liga de Campeones, con un juego intenso y con detalles de gran calidad.

Al final, diversas interrupciones, incluida una en la que el colegiado exigió más fuerza pública ante el enfado que ocasionó en la grada.