Fede Pozuelo confiesa que, por muy cansado que esté, no suele dormir bien después de un partido. "Al menos esta vez ganamos. Cuando perdemos sí que no duermo nunca nada", afirmaba ayer con voz somnolienta el entrenador del Cáceres 2016. La victoria del viernes en la pista del Qalat CajaSol (69-74) ha llenado de satisfacción al entorno del nuevo club y a su técnico, que destaca sobre todo el "esfuerzo defensivo" como clave del exitoso estreno en la LEB Plata.

"Ofensivamente no estuvimos muy bien. Nos está costando ese aspecto. Pero atrás sí dimos la cara, excepto en el primer cuarto. Luego nos pusimos las pilas", explica Pozuelo, que menciona dos nombres importantes para esa recuperación: Alberto Aspe y Félix Ortiz. "No va a ser una pista fácil en la que ganar, creo yo. Supimos sobreponernos a los problemas y llegamos al final con el partido controlado. Un equipo que quiere estar arriba tiene que aprender a ganar partidos apretados y fuera de casa", añade.

TARRAGONA El próximo viernes llegará el líder de la competición, un Tarragona que ha ganado con comodidad sus dos encuentros. "No hay que tenerle miedo a nadie, aunque sí respeto. Está claro que va a ser uno de los seis o siete equipos que va a luchar en la zona alta", apunta Pozuelo, que dice ser "consciente" de lo importante que han sido las dos victorias conseguidas hasta ahora por el Cáceres 2016 en su recién estrenada andadura. "Nos hubiera gustado jugar mejor, pero para el equipo y para nuestra afición es clave coger confianza ganando. Queremos que en el próximo partido haya al menos 2.500 personas en la grada", apostilla el entrenador valenciano.