TERRASSA 3: Maestro; David Sánchez, Rubén, Jubera, Héctor Bueno; Gibanel, Navas (Pedro Riesco, m.76), Besora, Moreno (Santi Asensio, m.57), Monty; y Keko (Babangida, m.57).

REAL MADRID 3: César; Miñambres, Pavón, Rubén, Bravo; Cambiasso, Celades, McManaman, Guti (Borja, m.75); Tote (Alex Pérez, m.90+) y Portillo.

GOLES: 0-1 m. 26: Portillo, de penalti. 1-1 m. 63: Babangida. 1-2 m. 68: Guti. 1-3 m. 71: Guti. 2-3 m. 81: Monty. 3-3 m. 84: Monty.

ARBITRO: Eduardo Jesús Iturralde (Colegio Vasco). Amarilla a Navas, Rubén y Miñambres.

INCIDENCIAS: Partido de ida de octavos de Copa del Rey.

Los suplentes del Real Madrid no pudieron pasar ayer del empate en campo del Terrassa (3-3), al pagar la indolencia de sentirse superiores a un correoso rival que fue capaz de remontar primero un 0-1 y luego un 1-3 adversos.

El equipo blanco, que no alineó a ninguno de los jugadores del once inicial que derrotó el pasado domingo en la Liga al Valencia, arrolló a un rival muy nervioso en la primera mitad, aunque no supo rematar la faena y con el 0-1 a su favor (gracias a un penalti transformado por Portillo) exhibió excesivas frivolidades por parte de atacantes como Tote, Guti o el propio Portillo.

En la segunda mitad, el Terrassa se subió a las barbas del conjunto de Madrid y logró la igualada a uno gracias a Haruna Babangida. Dos goles posteriores de Guti parecían sentenciar el partido, pero Xavier Monteys ´Monty´ devolvió el empate con otros dos tantos suyos.

La emoción presidió unos minutos finales en los que los catalanes se volcaron sobre la portería rival espoleados por su público, pero el 3-3 no se movió del marcador.

El Madrid fue muy superior al Terrassa en la primera mitad, en la que creó media docena de clarísimas ocasiones que podrían haber sentenciado el partido, aunque sólo pudo materializar una, al transformar Portillo en el minuto 26 un penalti, que lanzó al estilo Panenka.

El propio Portillo había desperdiciado previamente dos buenas oportunidades, una de ellas atajada por Maestro y otra sacada bajo los palos por el defensa Rubén cuando el portero egarense ya estaba batido.

El Terrassa se mostró muy nervioso, impreciso en los pases, con complejo de inferioridad, y entre la mediocridad rojilla sólo sobresalían el desparpajo del lateral izquierdo, Héctor Bueno, y la capacidad de desbordar por la banda derecha de su compañero Héctor Besora.

Al margen de un disparo a la media vuelta de Keko, que salió desviado, el Terrassa sólo parecía ser capaz de crear peligro en las jugadas de estrategia, como los saques de esquina o las faltas. Precisamente Bueno estuvo a punto de conseguir el empate tras una falta parada por César.

SIN SENTENCIAR

Antes del descanso, el Madrid pudo ampliar su renta, pero primero Guti y después Cambiasso no acertaron a batir a Maestro al culminar sendos contraataques.

En la segunda mitad, el Terrassa salió menos presionado y, gracias a un fuerte desgaste físico, pasó a dominar el juego, aunque sin tener profundidad, algo que el técnico Miguel Alvarez buscó con la sustitución de Keko por Babangida y de Juan Carlos Moreno por Santi Asensio.

Y precisamente un pase de Asensio a Babangida permitió al jugador nigeriano, cedido al Terrassa por el Barcelona, conseguir el empate a uno en el minuto 63. El tanto le dio alas al equipo catalán, que empezó a sentirse capaz de llevarse el partido.

Pero enseguida llegó el jarro de agua fría, al conseguir dos goles consecutivos el madridista Guti, el primero al aprovechar un pase de Tote y el segundo al lanzar una falta.

A diez minutos para el final, Monty devolvió la esperanza a los locales, tras conseguir el 2-3 al rematar a la red un centro de Pedro Riesco. E inmediatamente después llegó el empate, también obra de Monty.