Pocos personajes resultan tan atractivos de reseñar en el fútbol extremeño como Miguel Daniel Lospitao (Don Benito, 26 de enero de 1972). Pero, por encima de todo, al presidente del club rojiblanco sólo parece importarle algo en este junio: el ascenso de su Don Benito a la Segunda División B.

Hace justamente un año, cuando accedió al cargo, le tildaron de loco tras asegurar, sin remilgos, que su objetivo era llevar al club de su ciudad "a Primera División". De momento, al equipo lo ha situado en el liderato de su grupo en la liguilla de ascenso.

Pero detrás de esta persona que se considera de una "ambición sin límites, luchadora, humilde y enamorado apasionadamente de los míos", está la de un emprendedor... en América. "A mediados de los 90, cuando decido dejar los estudios, comienzo a hacer lo que realmente me gusta, la venta: vender lo que fuera, pero con mi estilo y dirección sin hacer cursos de formación en la empresa que estuviera, pues para mí los cursos eran una pérdida impresionante de producción y dinero".

E hizo de todo hasta hacerse un nombre como agente internacional, de tal forma que él ha sido el culpalble de fichajes como el de Stoichkov por el fútbol de EEUU, el mexicano Cuathemoc Blanco por el Valladolid o el de Benito Floro por el Villarreal.

Protagonista de un reportaje en El Día después de Canal Plus, el pasado año, a Lospitao le ha llegado a definir el mismísimo Emilio Butragueño: "Miguel rebosa una energía arrolladora y le auguro un gran porvenir en el Don Benito".