Jorge Valdano fue el precursor de aquella famosa frase que todo aficionado y jugador tiene siempre en la mente: «el fútbol es un estado de ánimo». Y así es, aunque verdaderamente los estados de ánimo, tanto en el fútbol como en cualquier deporte, suelen ser buscados y trabajados. Lo sabe bien Juan Sabas, el entrenador que ha volteado todas las emociones en el Extremadura. El club ha pasado, en tan sólo una semana, de la más profunda depresión al éxtasis más absoluto. Sin término medio. Amarrado a una corriente irracional y emocional de la que se ha enganchado todo aficionado azulgrana: el Sabismo.

El ‘Sabismo’ no trata de fundamentarse ni en una ideología ni en una concepción futbolística. Es, simplemente, una manera de ver el juego apoyada en las emociones y el sentido común. Cuando Juan Sabas inició la pretemporada allá en el pasado mes de julio en Almendralejo con el Extremadura, en sus primeras declaraciones tiró de una sensatez encubierta en titular: “Esto es Segunda B. El que quiera ver buen fútbol que se abone al BeinSport”. Aquello le pasó factura, pero el tiempo le fue dando la razón. Semana tras semana. Sabas ha vuelto para ponerle sentido común a este Extremadura. Humildad, sensatez y trabajo. Tres premisas que van ligadas al técnico madrileño.

El ‘Sabismo’ prescinde de la brillantez y lo mediático por la practicidad. «Quería que mis chicos cogieran mis ideas pronto: portería a cero, equipo rocoso y pegada. Aunque ha sido muy poco tiempo, hemos visto un reflejo de lo que quiero», dijo el entrenador en la sala de prensa del Romano nada más ganar 0-2 al Mérida.

Y así fue como el Extremadura recuperó la cuarta plaza. Cerró la portería después de cinco semanas consecutivas encajando gol. Ordenó todas las líneas para no dejar espacios al rival. Exprimió el esfuerzo de cada uno de sus jugadores. Y dio libertad al talento que se presupone que tiene el Extremadura. Y todo salió a pedir de boca.

Pero el Sabismo también controla el nivel emocional del vestuario. Kike Márquez ha llegado a confesar que Sabas le ha devuelto la alegría al vestuario. El entrenador siempre ha mantenido que su filosofía es dejar al jugador mucha libertad. “Yo fui jugador y sé perfectamente qué piensa cada uno en cada momento”. Y ese control de vestuario, de practicar la armonía global y de saber ser solidarios, vuelve a hacer del Extremadura un equipo unido.

La afición está prendida nuevamente del Extremadura, pese a la irregular temporada de los azulgranas. Actualmente, es el equipo con peor coeficiente de puntos de los 16 de Segunda B que están en fase de ascenso provisional, pero lo más importante es que vuelve a depender de sí mismo en la última jornada para alcanzar el playoff. Si gana al Betis Deportivo, será de liguilla. En caso de empate, debe esperar a que el Melilla no gane en Granada.

Llenar el campo / El objetivo del club se centra ahora en llenar el estadio Francisco de la Hera este próximo domingo (18.00 horas) para su gran final ante el Betis Deportivo, equipo que ha descendido matemáticamente esta semana. Pese a ello, Sabas no se fía y ha señalado que !nos ocuparemos de rebajar esa euforia que existe». Y es que el Betis Deportivo ya le ha ganado al Badajoz sin nada en juego.

Para llenar el estadio, el club permite a sus abonados que saquen cuantas entradas necesiten a un solo euro, mientras que las entradas para no abonados tendrán un precio de tres euros.