El Real Madrid recibe en el estadio Santiago Bernabéu al Olympiacos griego, en un encuentro para dejar encarrilada su clasificación tras un triunfo y un empate en la fase de grupos, en el que Bernd Schuster entregará el mando del equipo al argentino Fernando Gago e indultará al brasileño Robinho.

Son los dos grandes protagonistas del encuentro, Gago y Robinho, junto al regreso al Bernabéu de Raúl Bravo con una camiseta distinta al equipo que le formó como futbolista.

Llega el momento esperado por Gago en una situación clave. La primera derrota liguera, el pasado sábado en Montjuic ante el Espanyol, sacó a la luz carencias en la salida de balón y una dependencia acusada de Guti, asfixiado por la presión del rival.

La lesión de Diarra deja vía libre para Gago, un futbolista de características diferentes, que permite liberar a Guti y adelantar unos metros su posición, para ser letal en el pase a gol a Raúl y Van Nistelrooy, la delantera más letal de Europa como señalan sus goles en Champions.

Diarra se cae del equipo con un fuerte golpe en la rodilla derecha y junto a Fabio Cannavaro, que recayó de su lesión en la rodilla izquierda, aumentan a cinco las bajas por lesión, con Gabriel Heinze, Pepe y Arjen Robben. Todos los ausentes son titulares en el equipo tipo blanco.

Lo que lleva a cambios en el once titular. De nuevo el ´comodín´ Sergio Ramos variará su posición. Será el acompañante en el centro de la defensa de Metzelder, lo que provocará la entrada de Salgado en el lateral derecho.

Junto a Gago reaparece en escena Robinho. Schuster no ha querido decir abiertamente que perdona su acto de indisciplina, tras su juerga en Rio de Janeiro y el retraso en su regreso de la selección, pero le ha mimado para que brille. "Necesita estar feliz", dijo el técnico alemán.