REAL MADRID (22+21+17+22): Sonko (9), Bullock (26), Gelabale (3), Hervelle (10), Reyes (8) -cinco inicial-, Hamilton (7), Burke (-), Fotsis (2), Bueno (11), Larrañaga (-) y Herreros (6).

TAU VITORIA (22+21+19+21): Prigioni (3), Macijauskas (12), Hansen (6), Scola (21), David (9) -cinco inicial-, Vidal (12), Splitter (13) y Calderón (7),

ARBITROS: Martín Bertrán, Perea y Arteaga. Excluyeron por personales a Reyes (m.38)

INCIDENCIAS: Tercer encuentro de la Final por el título de la Liga ACB 2004-05. Estuvieron presentes los presidentes del Real Madrid y del Tau, Florentino Pérez y Josean Querejeta.

Luis Scola resucitó en Vistalegre y dejó al Tau a un paso del título con una canasta decisiva tres segundos antes de la bocina que culminó su gran actuación personal y condenó al Real Madrid a jugarse el todo por el todo el próximo viernes y, si quiere el título, a ganar en Vitoria un desempate que la formación alavesa ya tiene asegurado.

El tercer partido de las finales ACB ha sido históricamente decisivo. En veinte de las veintiuna finales anteriores el equipo que se ha llevado el segundo punto de la eliminatoria ha terminado campeón. Tau y Madrid, sobre todo el Madrid, por jugar en casa, lo buscaron con todos sus arsenales al máximo y sin tregua. Scola lo inscribió en el casillero alavés en el último suspiro y por un punto.

Dura papeleta para el trío arbitral, expuesto a las consecuencias del terremoto en el departamento de arbitraje de la ACB y enfrentado a un choque terriblemente difícil de dirigir. Hicieron su trabajo con gran corrección y estuvieron a la altura de dos finalistas enzarzados en una guerra sin cuartel de principio a fin.

El factor cancha gana y pierde importancia en función del equipo al que favorece. Está claro que, de una u otra forma, influye. El partido igualado hasta el final, se decidió cuando Scola, a falta de tres segundos, recibió la pelota, acertó y ahí explotó el Tau, que abandonó la pista a la carrera con un triunfo de incalculable valor en el bolsillo.