Los banquillos no son ajenos al frenesí que destila cada partido de la Liga inglesa. Tan rápido como circula el balón por los campos de la Premier, vuelan los dardos y las intrigas. Y esta semana la película ha alcanzado el clímax coincidiendo con el duelo que enfrenta hoy al Manchester United y al Chelsea en Old Trafford (17.00, Teledeporte).

El técnico del Chelsea, Luiz Felipe Scolari, sabe que hoy se juega su continuidad. Las ocho victorias como visitante con las que inició empezó ya no ocultan la pobre imagen que ofrece en Londres. El mismo equipo que se mantuvo invicto en Stamford Bridge durante 86 jornadas solo ha ganado cuatro encuentros ante su afición este curso.

El Chelsea es segundo, a cuatro puntos del Liverpool, que ayer empató con el Stoke City (0-0), pero está fuera de la Copa de la Liga --cayó ante un segunda--, ha empatado en tres de las últimas cuatro jornadas de la Premier e irá al desempate en la Copa con el Southend, de Tercera.

Por si fuera poco, la relación de Scolari con jugadores como Cole, Drogba y Cech es más que tensa, y en Inglaterra se da por hecho que Mancini, últimamente asiduo de la City, le relevará.