El italiano Alessandro Zanier no es, ni de lejos, el mejor portero del Eldense. Ahí están los 37 goles encajados en 10 partidos para argumentarlo, pero desde que llegó al club en enero jugó siempre, por eso le tocó a él recoger 12 veces el balón de las redes del Mini Estadi el sábado en el partido que se sospecha que algunos miembros del equipo alicantino amañaron.

En su caso, su perenne titularidad no parece que tenga que ver con las apuestas, pero sí con el dinero. Su familia es propietaria de una empresa de Udine que hace pasta de colores y que la comercializa con el nombre de Sapori Antichi. En Elda creen que los Zanier son casi los únicos que realmente han puesto algo de dinero en ese fondo de inversión que desde enero controla al club alicantino. Por eso convenía tenerlos contentos y que Alessandro jugara siempre.

De hecho, la nómina de febrero (la última pagada hasta ahora) se hizo justo después de que Marco Zanier, su padre, viajara a Elda para un partido. A los gestores se les había acabado el dinero y habían dejado de pagar las facturas del restaurante donde comían los jugadores.

El sueldo medio de estos futbolistas es de unos mil euros al mes. Y la posibilidad de que el Barça B ganara 8-0 al descanso se pagaba a unos 400 euros por euro apostado, es decir, que invirtiendo unos cien euros se podían ganar 40.000. El 12-0 fue la guinda.

Solo con esas cifras se entiende que haya jugadores que puedan arriesgar una prometedora carrera enfangándose en un tema así. Sería, si se demuestra su implicación, el caso de Michael Wayne Fernández, Maiki. Pasó por la escuela del Real Madrid e hizo una prueba en La Masia. Finalmente, en el 2012, fichó por el Valencia y poco después debutó en las categorías inferiores con España, la sub-18 y la sub-19. Sus lágrimas en el Mini le convirtieron en uno de los pocos referentes para la desencantada afición eldense. «Llora ahora, sinvergüenza», le gritaban ayer al entrar en el juzgado. Durante estos días, él ha mantenido firmemente su inocencia.

Esta vez parece que había mucha pasta en juego pero eso obligó a correr muchos riesgos, buscando un marcador muy abultado. Puede que trataran de resarcirse de lo que se supone que perdieron en Cornellà hace dos semanas.