Sorpresa mayúscula en el Plasencia Extremadura, ya que en al entrenamiento de ayer tarde faltó el cubano Geoffrei Silvestre sin que nadie del club supiera exactamente dónde está. El primer sorprendido fue su técnico, Rafa Gomáriz, que buscaba explicación alguna sin hallarla y su cara era todo un poema.

Al parecer, el martes Silvestre recibió la visita de un individuo de origen cubano, procedente de Andorra, que se presentó como agente, que le pudo asegurar que le resolvería el tema de su transfer en menos de 24 horas y que su destino sería otro club de mayor nivel.

Silvestre sí acudió al entrenamiento matutino de ayer, pero no se vistió de corto. Al no aparecer por la tarde, se le llamó por teléfono sin contestación. Tampoco estaba en el piso que le ha proporcionado el club.

Nadie de la directiva sabe oficialmente su paradero. Este periódico intentó en la noche de ayer ponerse en contacto en repetidas ocasiones con el presidente, Antonio Martín Oncina, sin conseguirlo. Tan solo un directivo afirmó que el propio presidente le había asegurado que Silvestre tenía permiso del club.

"A mí me han dicho que se ha ido a arreglar unos papeles, pero ni se ni dónde ni con quién", señaló Rafa Gomáriz anoche. "Solo me importa el partido de Madrid y saber si esta noche podemos cerrar a un nuevo jugador ya que no sé si Geoffrei va a aparecer algún día".

Mientras no exista una versión oficial, el asunto del "desertor, ¿desertado?" dará pábulo a miles de interpretaciones y que la afición no sepa si Silvestre jugará por fin en la Bombonera con el club que le acogió.