Hay personas que encasillan cualquier arte marcial al karate, ya que es la modalidad más extendida en España, pero existe una gran variedad, y ahí está el taekwondo. Fernando Porras Calero es un profesional de ello y su destino le ha llevado a asentarse en Villanueva de la Serena porque cree que «había mucho deporte pero faltaba el más importante.

El año pasado abrió La Escuela Taekwondo en la localidad serona, donde pueden asistir tanto niños como adultos. Aunque las artes marciales en general puedan parecer arriesgadas para los niños, Fernando explica que «no son peligrosas, ya que el peligro está en los individuos que hacen un mal uso de ellas, por eso es tan importante a la hora de enseñarlas, saber transmitir los valores fundamentales de la sociedad, respeto, disciplina, cortesía...». Además de inculcar estos valores, hay que tener un entrenamiento constante y buena alimentación, ya que el taekwondo es «70% mental y 30% físico».

Con el paso de los años y de la práctica, el taekwondo pasará de ser un arte marcial a un modo de vida, aportando a uno mismo una gran satisfacción espiritual, sostiene. «Lo más importante es que la verdadera lucha en las artes marciales es con uno mismo y no con el oponente, ya que los rivales más fuertes que uno tiene que vencer son los que uno tiene dentro de sí mismo y no fuera».

Porras se presentó recientemente al Campeonato de Técnica y Poomsae de Madrid consiguiendo al final el bronce, otra medalla más para su particular colección, que espera continuar aumentando en el futuro.