El comentario habitual en los mentideros futbolísticos es que es un jugador de superior categoría y no es raro escuchar a quién se pregunta por qué un futbolista así está en Tercera. Marcos Torres (Vigo, 13 de noviembre de 1992) lo asume con naturalidad. «El fútbol es lo que depara», dice, y ahora le ha situado en el Cacereño, «un buen proyecto, con buenos jugadores, un sitio para crecer», añade.

Marco Torres llegó a Cáceres en septiembre, de la mano de IQ Finanzas, y desde entonces se ha convertido en una de las piezas importantes en los esquemas de José María Rebollo. Humilde, prudente y trabajador, este futbolista gallego se aleja de los personalismos y solo piensa en el bien del equipo. Agradecido por la confianza depositada en él desde el principio, remarca que ahora es él que tienen que «devolverla dentro del campo».

Formado en la cantera del Celta, en su currículum figuran dos partidos con el primer equipo vigués, «solo amistosos», recuerda él. También pude decir que en muchos entrenamientos ha estado a las órdenes de Luis Enrique o Eusebio Sacristán, compartiendo balón con futbolistas como Iago Aspas, Nolito y Orellana, entre otros. «Fue una experiencia muy bonita, algo con lo que todo chaval sueña y, además, con el club de tu ciudad», rememora.

Ahora el presente le ha llevado hasta Cáceres, donde afirma, muy seguro, «que no hay más objetivo que subir». Y eso, dice, solo se consigue con trabajo. «Somos un equipo súper competitivo, sólido atrás y con buenos argumentos arriba y, como todos, acabamos de atravesar un bache, solo eso», añade pensando en las derrotas en Santa Amalia y Trujillo. «De este equipo no puede dudar nadie».

La premisa a partir de ahora es no relajarse, «hacer las cosas bien y jugar todos los partidos al cien por cien, como si fuese el último». Esta fórmula ya se aplicó el pasado domingo ante el Aceuchal (5-0) y debe ser la que emplee también mañana, en uno de esos ‘partidos trampa’ frente al Valdivia. «Hay que salir con todo desde el principio, afrontarlo muy seriamente para evitar sustos», apunta este gallego que de momento ha marcado dos goles (el quinto ante el Aceuchal se lo apuntó el colegiado a un jugador visitante), pero que espera hacer muchos más. «El año pasado hice 10, muy buena cifra para un jugador de banda», dice a modo de aviso.

A Valdivia acudirá el CPC con solo dos entrenamientos, el de ayer y el de hoy, pues lunes y martes la plantilla descansó.