El CSKA Moscú oficia de anfitrión de la Final entre Cuatro, una fase en la que se ha hecho fijo las tres últimas temporadas, y tiene la ocasión, por primera vez desde 1971, de reverdecer laureles con uno de los proyectos deportivos y organizativos más ambiciosos del continente que el Tau, su rival en semifinales, reproduce al sur de Europa.

El Tau, líder de la ACB, también busca la consagración para una fórmula de gestión que ya le ha conducido a la elite en España, donde ya ha inscrito su nombre tanto en la Liga como en la ACB de la mano del técnico serbio Dusko Ivanovic, a un título de la Copa Saporta y la primera final de la Euroliga.

El Olympiysky Arena alberga esta apasionante semifinal después del enfrentamiento entre el Maccabi y el Panathinaikos. El duelo se ha repetido cinco veces las dos últimas temporadas y, en la presente, siempre con el mismo resultado: victorias rusas por un estrecho margen (81-85 en Vitoria y 88-83 en Moscú).

El pulso promete. En el Tau reviste gran trascendencia la presencia del internacional español José Manuel Calderón. Un lesión apartó al extremeño de dos de los encuentros de la segunda fase y el Tau cayó derrotado en ambos. Enfrente surge la figura de John Robert Holden, una máquina anotadora.