Extremadura, que ya había paseado por Europa su tenis de mesa y su baloncesto, que había sacado billete olímpico incluso desde arcos y flechas que terminan encendiendo pebeteros cuando España se hace anfitriona, que asentó sus reales en la mismísima Liga de la Estrellas balompédica por cuatro veces de forma consecutiva, que se adorna con presidentes de federaciones nacionales desde el salvamento y el triatlón..., tenía pendiente la asignatura del ciclismo en el concierto nacional y de élite. Pero también en esa faceta empieza a cambiar el cuento. Casi ya no es noticia que el Spiuk FIG Zafra rompa moldes, desate encendidos elogios, encabece pronósticos y recoga éxitos. Su estela ya cobra proporciones a las que hay que dar vigencia y no ponerle puertas. Extremadura empieza a ser noticia todos los días, no sólo el séptimo.

*Periodista.