Casi a las nueve de la noche de hoy se conocerá el campeón de la Liga más exigente de la historia. Barcelona y Real Madrid juegan hoy el último round a partir de las 19.00 horas, con ventaja para los azulgranas ya que dependen de sí mismos para renovar título si ganan al Valladolid en su estadio o simplemente haciendo el mismo resultado que los blancos, que visitan al Málaga. En todo caso, será una tarde de emociones de la que uno saldrá muy feliz y el otro, inevitablemente triste.

Ningún otro campeonato de Liga ha exigido tanto esfuerzo al campeón y probablemente ninguna otra Liga tenga tanto mérito, circunstancia que obliga al Barcelona a exigirse una última victoria ante el Valladolid, que busca la salvación, para sumar los 99 puntos que le darían el campeonato.

Ni superar el récord histórico de puntos, ni haber sufrido sólo una derrota le han servido al equipo de Pep Guardiola (líder durante 27 de las 37 jornadas disputadas) para cantar ya el alirón. La exigencia de su perseguidor, el Real Madrid, ha sido tal que le ha obligado a llegar a la recta final apurando su esprint para ganar la Liga.

Consciente de que una victoria le asegura la Liga, el Barça ha procurado durante toda la semana centrarse en su partido y olvidarse del compromiso del Real Madrid en Málaga, por más que un tropiezo del equipo de Pellegrini le concedería, en la práctica, el título.

En un estadio lleno, el Barça deberá superar al Valladolid de Javier Clemente sin Xavi, sancionado por acumulación de tarjetas, y probablemente sin un Andrés Iniesta recién salido de la lesión, aunque Guardiola ha deslizado que podría incluirle en el equipo inicial.

El técnico alineará a su defensa titular --Abidal volverá al once inicial-- y probablemente apostará por colocar un doble pivote en el centro del campo --Touré y Busquets-- para situar a Messi como teórico media punta, por detrás del nueve puro, que se disputarán Ibrahimovic y Bojan.

El Valladolid buscará su particular Maracanazo , su última tabla de salvación para mantenerse en Primera. Es el único de los equipos inmersos en la pelea por la permanencia que depende de su resultado.

CAMINOS CRUZADOS También el Málaga se juega en La Rosaleda su continuidad en la máxima categoría tras diez jornadas sin ganar, ante un Real Madrid que espera el milagro, obligado a ganar y esperar que el Barcelona no lo haga.

Todos estarán pendientes de lo que pase en otros estadios, con el Real Madrid pendiente del Camp Nou y el Málaga esperando una derrota del Valladolid, Tenerife o Racing, que están igualados a 36 puntos.

Manuel Pellegrini ha decidido crear un clima especial para el partido y ha convocado a toda su plantilla, incluido el sancionado Alvaro Arbeloa, los lesionados Pepe y Raúl, más Rubén de la Red, que lleva año y medio sin entrenar con sus compañeros tras sufrir un síncope agudo.

El Madrid se juega la Liga y Pellegrini su futuro. Parece condicionado a proclamarse campeón del campeonato, y en su última comparecencia previa a un partido, mandó mensajes directos a los máximos mandatarios del club, defendiendo su labor en el banquillo. Visiblemente molesto ante el creciente rumor de José Mourinho como técnico para la próxima temporada, se agarra a las reducidas posibilidades que tiene para ser campeón. Ha pedido a su plantilla que no baje los brazos hasta el final. En lo deportivo, Pellegrini cambiará en La Rosaleda la defensa por la baja por sanción de Arbeloa. Pasará a Sergio Ramos al lateral derecho y dará entrada a Ezequiel Garay en el centro de la defensa. La semana de Guti, con actos de indisciplina, provocan su suplencia o incluso ausencia de la convocatoria final en su último encuentro en el Madrid. Permite además el regreso a la titularidad de Kaká.