Cara y cruz para los equipos extremeños en el sorteo de la segunda ronda de la fase de ascenso a Segunda División B. Mientras que Cerro y Cacereño tienen rivales más accesibles, Tropezón y Haro, respectivamente, Villanovense y Don Benito tendrán dos duros enfrentamientos ante primeros de grupo, con el agravante para los calabazones del largo desplazamiento, ya que deberán enfrentarse al Mallorca B. El Villanovense jugará contra el San Roque de Lepe, campeón de uno de los duros grupos andaluces. De cualquier fora, el sentir general es claro: todos son ganables.

El Cerro, a levantarse tras el primer tropezón

"Tenemos poquísimas referencias del rival", comenzó diciendo el técnico del Cerro, Faustino Bueno ´Tinín´ para añadir que "hemos tenido mala suerte en cuanto a la clasificación de equipos, ya que al no haber cuartos suficientes, nos ha tocado un tercero. Del Tropezón sabemos que es un equipo que encaja muy pocos goles, juega en un campo pequeñito y tiene a dos jugadores de superior categoría".

Tinín considera que su oponente "debe ser muy fuerte a nivel defensivo, ya que en 38 jornadas solo ha encajado 16 goles, un gol cada 200 minutos. Si el campo es pequeño, seguro que les favorece, aunque no es un equipo excesivamente ofensivo, al marcar 56 goles".

El Cerro afronta la eliminatoria "con ilusión. Queremos levantarnos y ser optimistas. Jugar en casa el segundo partido te ayuda. Al Varea le favoreció al jugar muchos minutos en la prórroga y penaltis y chanchullos como no segar el campo y estrecharlo. Hay que aprender de los errores", dice Tinín.

La ida se jugará el sábado a las 19.00 horas en el Santa Ana.

El Cacereño, satisfecho por jugar la vuelta en casa

Angel Alcázar, entrenador del Cacereño, aseguró tras el sorteo que al igual que le pasó con el Yeclano, sabe muy poco del Haro Deportivo. "Hemos visto que tienen buenos números, que les han hecho pocos goles (22), y que han marcado más o menos los mismos que nosotros (87)".

Señaló que a pesar de que se considera accesible al grupo riojano, no vale confiarse. "El ejemplo está en el Varea, que ha subido ganando al Cerro". El técnico cacereño, que espera conocer más datos sobre su rival, también dijo que no hay que olvidar que en la primera eliminatoria ha ganado al Torrevieja, imponiéndose en los dos enfrentamientos. "Aunque suene a tópico, a estas alturas de la temporada no hay equipos fáciles", dijo.

El desplazamiento para el conjunto verde vuelve a ser largo, aunque lo importante para Alcázar es disputar la vuelta en casa. "Jugar en nuestro estadio el segundo partido nos permitirá vivir de nuevo el mismo ambiente que el domingo, con el público animándonos todo el tiempo", señaló.

El Villanovense, confiado en sus opciones

Cara y cruz de nuevo para el Villanovense: tendrá que medirse a un campeón, el San Roque pero tendrá un desplazamiento corto (Lepe, Huelva). Era el análisis que hacía Domingo Suero tras conocer el sorteo. Se lamentaba de que la suerte no les hubiera sonreído con un rival, a priori , más asequible y le hubiera emparejado con un primer clasificado y del potente grupo andaluz que además volverá a jugar la vuelta fuera de casa.

Aunque eso sí, espera que la suerte que les ha sido esquiva, le sea favorable "con un arbitraje más imparcial que el que tuvimos en Teruel". No obstante, advierte del buen momento de forma y moral que atraviesa su equipo. "El San Roque tampoco debe estar muy conforme con el sorteo. El grupo extremeño es el que todos quieren, pero lo cierto es que hemos pasado los cuatro, mientras que grupos más fuertes, catalán o madrileño, se han quedado sin representantes".

El partido se disputará el sábado en el Romero Cuerda a las ocho de la tarde.

El Don Benito, ante el único rival que no quería

"De los 36 equipos te toca el que no queríamos ni ver, pero es lo que ha tocado". Así resumía el presidente del Don Benito, Jacinto Fernández, las primeras impresiones tras conocer a su rival en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso. Un club que no querían por dos motivos, el primero el largo viaje, pero también por el peligro que tiene ser el filial de un Primera.

De nuevo las Baleares, lo que inevitablemente hace que sobrevuele un fantasma, que en el club y en la ciudad se eche la vista atrás y se recuerde el partido de vuelta vivida ante el Santa Eulalia en la recta final de la fase de ascenso. Fernández lo tiene claro: "No hay ánimo de revancha pero sí que es un equipo tremendamente difícil y eso da un plus de competitividad". Insiste en que esto les obligará a estar concentrados desde el primer minuto, como pasó con la eliminatoria ante el Parla.