Ni siquiera saben montar los neumáticos en las llantas. El monoplaza de F-1 que centró la presentación del equipo Hispania la pasada semana en Murcia tenía las flechas de las gomas en dirección contraria al sentido de marcha, un error que no se comete ni en el karting regional. Llegan a Bahrein sin rodar un solo kilómetro con un coche construido por Dallara en Italia y con dos pilotos, Bruno Senna y Karun Chandock, sin experiencia alguna en la F-1. Lástima de nombre, de colores, porque el que dicen es el primer equipo español es una muestra de chapuza e improvisación, el peor preparado de las tres nuevas escuderías que han desembarcado en la F-1 por la puerta de servicio. Al menos, Lotus y Virgin han asistido a los test de pretemporada, aunque no haya sido más que para confirmar que cuando logren completar algunas vueltas sin averías, sus pilotos rodarán a unos ocho segundos por vuelta de los Ferrari.

Y este panorama no hace sino dar la razón a Ferrari, a Flavio Briatore, a la FOTA, cuando alertaban de que la FIA había hecho sitio en la parrilla a equipos de F-3 sin otro criterio que el amiguismo, y que mejor hubiese sido completar la parrilla con un tercer coche de los grandes .

La prueba más elocuente es USF1 que, sin patrocinadores, ni proyecto de coche, ni estructura de equipo, fue apeado tan solo hace una semana de la lista de inscritos. Fue una decisión política, para ganar votos de antemano, que no le sirvió a Max Moxley para perpetuarse en la FIA.

La ocasión de Epsilon

Por el camino dejó tirados proyectos más solventes, como el de Epsilon Euskadi de Joan Villadelprat. Jean Todt ha relevado a Moxley al frente de la FIA, así que la fábrica vitoriana tiene posibilidades de estar, en el 2011, en la F-1.

La FIA también debe decidir si el alerón de McLaren "es una idea genial o, simplemente, no es legal", dice Cristian Horner, director de Red Bull.