El Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2003 fue concedido ayer en Oviedo al Tour de Francia, por simbolizar desde hace cien años, según el jurado, "toda la grandeza del ciclismo" y encarnar "los valores más nobles: el esfuerzo personal, el trabajo en equipo y el espíritu de superación".

En el acta del jurado, hecha pública a mediodía de ayer por su presidente, el exciclista Miguel Indurain, se destaca que el Tour de Francia es uno de los acontecimientos deportivos más importantes del mundo, y se hace hincapié en su contribución

"extraordinariamente relevante" al perfeccionamiento, cultivo y difusión del deporte.

La candidatura de la ronda ciclista francesa, presentada por el embajador de Francia en España, Olivier Schrameck, fue respaldada por 19 votos del jurado, mientras que el exjugador de baloncesto Michael Jordan obtuvo tres votos y el ajedrecista Gari Kasparov fue apoyado por dos miembros del jurado en la última votación, entre las once propuestas procedentes de diez países presentadas.

Tras conocer la concesión del galardón, el director del Tour de Francia, Jean-Marie Leblanc, aseguró que recibir el Premio Príncipe de Asturias es "un orgullo enorme y un reconocimiento de los más altos representantes del deporte español".

"Estoy muy, muy orgulloso, no sólo porque hemos ganado a otros candidatos con un gran renombre, sino porque este premio implica el reconocimiento del ciclismo español y de los más altos representantes del deporte de un país vecino y amigo", señaló a los periodistas el patrón de la ronda francesa.

Miguel Induráin, cinco veces ganador del Tour, se refirió al Tour como "una fiesta deportiva de la que disfrutan todas los aficionados a este deporte". Para el deportista navarro, este galardón a la primera ronda ciclista es "merecido", porque ha conseguido "promocionar" este deporte.