BARCELONA - 1: Valdés; Alves, Piqué, Touré, Milito (Maxwell, m.46); Xavi, Busquets (Jeffren, m.63), Keita, Messi, Ibrahimovic (Bojan, m.63) y Pedro.

INTER - 0: Julio César; Maicon, Lucio, Samuel, Zanetti; Cambiasso, Motta; Chivu, Sneijder (Muntari, m.66), Eto´o (Mariga, m.86); y Milito (Córdoba, m.81).

GOL: 1-0, m.84: Piqué.

ARBITRO: Frank de Bleeckere (BEL). Mostró cartulina amarilla a Motta, Pedro, Julio César, Chivu, Lucio y a Muntari. Expulsó por doble amonestación al jugador visitante Thiago Motta en el minuto 28.

Un gol de Gerard Piqué, a seis minutos para la conclusión, alimentó la esperanza del Barça de alcanzar su sueño y clasificarse para la final del Bernabéu, pero su tanto fue insuficiente frente a un ultradefensivo Inter de Milán (1-0), que jugó con uno menos desde el minuto 28 por la expulsión de Thiago Motta.

Piqué se revolvió en el área y batió a Julio César en el minuto 84. Fue una victoria estéril ante el Inter de Mourinho, un equipo que hizo su trabajo en la ida, que salió a defender desde el primer minuto y que aún tuvo más claro cómo iba a jugar cuando se quedó sin Motta.

El sueño de jugar la final de la ´Champions´ en el Bernabéu duró diez minutos, los que transcurrieron desde el tanto de Piqué hasta que el árbitro pitó el final. Antes, Bojan vio cómo le anularon un gol por manos previas de Touré Yayá.

Vividos partidos épicos a distancia, como el gol de la pasada temporada en las semifinales en Stamford Bridge o la goleada en el Bernabéu, los aficionados barcelonistas crearon la ambientación necesaria para llevar en volandas a los suyos.

Como en otros muchos encuentros, Guardiola sorprendió desde la alineación. No pudo recuperar a Eric Abidal, aún lesionado, pero no jugó con Maxwell de lateral zurdo, así que, como en la final de la ´Champions´ del año pasado, puso a Touré de central y Gabi Milito de central.

El guión era el previsto: abrumadora posesión de los locales y un rival agazapado. A pesar de ello, los azulgranas no tuvieron ocasiones en el primer tiempo, sólo un par de remates de Pedro (m.3 y m.23), pero sobre todo un magnífico disparo de Messi (m.33) salvado por Julio César.

Y eso cuando el Inter ya jugaba con diez. Thiago Motta, en una acción ridícula, fue expulsado en el minuto 28. El ex-barcelonista, que en la víspera había criticado a sus antiguos compañeros por ´piscineros´, vio una amarilla por una entrada sobre Messi, pero se superó en una jugada ante Sergio Busquets.

En una acción en el centro del campo, teniendo él la posesión, le dio un manotazo al centrocampista del Barcelona. Cuando el árbitro lo expulsó, zarandeó a Busquets, lo cogió por el cuello y tuvo que ser separado.

SIN CHISPA Si antes de esa acción, el Inter jugaba muy retrasado, después aparcó el autobús junto a la meta de Julio César. No tenía, sin embargo, soluciones el Barça. Ni las ocasiones llegaban, ni el juego del equipo catalán invitaba al optimismo. El Barça se perdió sin creación, a pesar de los intentos de Xavi, el que más participó en todo el partido, y también de Leo Messi, en tierra de nadie, sin capacidad para desbordar a tantos rivales.

En el fondo, al Inter pareció irle bien la expulsión de Motta. Supo que tenía que defender desde muy pronto y se acomodó a la situación, consciente de sus limitaciones, mientras los locales se desesperaban, perdidos en la telaraña de Mourinho. Puso más madera en juego Guardiola con la entrada de Bojan por Ibrahimovic (63) y también con Jeffren por Busquets, pero el juego del Barcelona no estaba lo suficientemente afinado.

Sin apenas ocasiones, el partido se plantó en el minuto 82. Bojan no acertó, en un remate de cabeza en el segundo palo, hasta que apareció Piqué, en una acción dentro del área.

El central recortó a Córdoba y a Julio César y marcó el 1-0 en el 84. Desde entonces hasta el 94, por los cuatro minutos que añadió el árbitro, el Barça se volcó. Lo intentó Xavi, también Messi, y de nuevo Bojan, con un gol anulado. El 1-0 fue insuficiente, el barcelonismo se quedó sin el sueño de jugar una ´Champions´ en el Bernabéu, el Inter volverá a una final de la máxima competición continental, Copa que no levanta desde 1965.