En los partidos de Fernando Verdasco se pueden ver gorras que juegan con su nombre y con ese "FeVer" hilado en verde sobre blanco declaran la fiebre por el madrileño también en Flushing Meadows. Por primera vez en su carrera, en su séptima visita a Nueva York y tras una victoria el lunes por 4-6, 6-4, 6-4, 6-4 ante el estadounidense John Isner, Verdasco ha alcanzado los cuartos de final en el Abierto de Estados Unidos, una ronda donde le espera Novak Djokovic, que se impuso a Radek Stepanek (6-1, 6-3, 6-3).

Y lo ha hecho, con más mérito aún, con una lesión de abdominales y un problema de callos en los pies que, de momento, no le han frenado en el último Grand Slam del año pero han sido suficientes para que él mismo se descartara como integrante del equipo de la Copa Davis.

DERROTA DE MURRAY Quien no aceptó tan bien su exclusión de la Davis fue Ferrerjo. "No es que lo considere justo o injusto y no quiero quitarle el puesto a nadie", decía, pero confesaba también que "tenía muchas ganas de jugar" la Davis, aseguraba merecer formar parte del equipo "tanto como los que están" y zanjaba con un "no sé" y un gesto algo torcido cualquier argumentación sobre por qué sí están Robredo y Feli, y no él.

Era un día doblemente amargo para él. Y es que en Nueva York Ferrero fue incapaz de frenar el acertado y potente servicio de Juan Martín del Potro y cayó frente al argentino por 6-3, 6-3, 6-3, despidiéndose de un Grand Slam cuya final alcanzó en el 2003. Fue una derrota también doblemente dura. Y es que su rival podría haber sido el croata Marin Cilic, que en dos horas y ocho minutos rompió todas las esperanzas de Andy Murray, que cayó 7-5, 6-2, 6-2. Nadal puede recuperar el número 2.