Ya se han quedado solos los tres y, aunque parece que se llevan bien, los dos hombres de Red Bull, Mark Webber y Sebastian Vettel, suelen lanzarse algunas chinitas. El viernes, cuando casi no le oyó nadie, el joven alemán Vettel dijo: "Si Mark quiere ayuda, que llame al coche médico". Es evidente que Vettel, el protegido de todo el equipo Red Bull, incluso de su multimillonario dueño, puede decir lo que quiera. Y obtener, claro, dos días después, la respuesta de Webber, siempre mejor colocado que él en la general de pilotos desde el inicio del Mundial. "Las órdenes de equipo me hubiesen ayudado hoy ayer pero la filosofía de nuestro equipo no es esa, siempre estuvieron a favor de Vettel, siempre", dijo Webber.

Sin órdenes de equipo

Está claro que todo ello beneficia a Fernando Alonso y a Stefano Domenicali, el jefe de la Scuderia. "Ellos han llevado el campeonato a su manera, a su estilo e, incluso, han criticado mucho, mucho, a las escuderías que lo han dirigido de otro modo, que ha trabajado en equipo", señalaba ayer Alonso. "De modo y manera que, llegado a este punto, no creo que se atrevan a dar órdenes de escudería en Abu Dabi. Y mucho menos", añadió el candidato de Ferrari, "ahora que Sebastian se ha metido, de lleno, en la lucha por el título".

Y Vettel, que ayer elogió sobremanera, feliz, sonriente, orgulloso a todo su equipo, a todo Red Bull "porque pese a nuestra juventud y pese a tener muchos menos años de experiencia que Ferrari o McLaren hemos sido capaces, pese a todo lo que han dicho, de conquistar el título mundial de constructores a falta de un gran premio. Eso es muy grande, ¿a que sí". Sobre la última carrera, sobre su oportunidad, tras lograr en Interlagos su cuarta victoria de la temporada, Vettel dijo: "Si estuviese a 26 puntos de Fernando, no tendría posibilidades pero, con 16 de desventaja, saldré a ganar, de nuevo y espero ver humo en el Ferrari de Fernando. pues eso me daría opciones de conquistar el título". Y, acto seguido, esbozó una pícara sonrisa, la misma que había mostrado Webber, minutos antes, cuando dijo: "Si hiciésemos desaparecer a este de nuestra izquierda --en referencia a Fernando Alonso--, lo tendríamos mucho más fácil".

"Llegamos en las condiciones que queríamos: con posibilidades de ser campeones", comentó un Alonso que se mostró feliz. "Si gana Vettel, tendré suficiente con meterme entre los cinco primeros; si gana Webber, deberé esforzarme y ser segundo". Alonso, además, es el único de los tres candidatos que habló ayer de todo lo que puede ocurrir en un GP. "Podemos fallar, nosotros o ellos, en la estrategia, en el cambio de ruedas, en la pista o romperse algo".