En la mañana de ayer era poco menos que imposible encontrar la edición de EL PERIODICO EXTREMADURA en Moraleja. Sus habitantes la habían agotado en pocos minutos, atraídos por la espectacular foto a cuatro columnas de portada de su nuevo orgullo, el futbolista Javito. Y es que el debut de Francisco Javier Peral, de 21 años, con el Barcelona en la Liga de Campeones ha emocionado extraordinariamente a la localidad que le ha visto crecer y hacerse como futbolista.

Ya desde muy pequeño los que le rodeaban vaticinaban que iba a triunfar. Y ya es hacerlo estrenarse en partido oficial con la camiseta azulgrana, a un club al que llegó hace cuatro años después de que le lloviesen las ofertas cuando ya había conseguido jugar en Tercera División siendo un cadete.

Cansado, pero contento

Nadie se acuerda de que el Barcelona perdió ante el Shaktar Donentsk (2-0) o que el partido era intrascendente para la clasificación para la siguiente ronda. Javito jugó los primeros 45 minutos y, pese a un frío al que no está nada acostumbrado, se dejó ver, casi con el mismo desparpajo que exhibe en los encuentros del Bar§a B, con el que lleva cinco goles esta temporada. "Estoy cansado, pero contento", comentaba ayer a este diario, justo después de levantarse. El vuelo desde Ucrania había llegado a Barcelona a las seis de la mañana.

Un viaje a su pasado extremeño revela una historia de ensueño. Javito nació en Plasencia por cuestiones sanitarias , pero pasó toda su infancia y adolescencia en Moraleja, impresionando a unos y a otros con su dominio del juego, velocidad y capacidad goleadora. Era evidente que tenía que jugar con futbolistas mayores que él.

"Además es un chico muy sencillo, muy majo. No se le van a subir los humos por lo que le está pasando. Cuando viene aquí se junta con los mismos amigos de siempre. Le esperamos en navidades", dice alguien que le ha visto crecer. Todos saben que su padre, Julián, que trabaja en una finca, y su madre, Paquita, no pueden estar más orgullosos de él. Se abonaron a Canal Bar§a para seguirle en el Barcelona C y luego en el B, además de hablar a menudo por teléfono con el chico, alojado en La Masía . Allí tuvo los primeros años como compañero al emeritense Jorge Troiteiro, que no pudo triunfar y que ha regresado al equipo de su ciudad.

Nieto y Rifé

Con apenas 14 años, Javito ya había recabado la atención del fútbol regional. Pedro Nieto, en su anterior etapa como presidente del Extremadura, fue el primero que acudió a verle, acompañado por el fallecido Gori, y le bastaron un par de jugadas para intentar llevárselo casi secuestrado . "No te molestes, Pedro, pero Javito irá a un club más grande", le contestó Manuel Alfonso Cantero, presidente del Moraleja por entonces y también ahora.

Empezaron a llamar los intermediarios, a llegar ojeadores: el Alavés, el Valencia, el Real Madrid... Todos le querían para hacerle una prueba, pero la respuesta siempre era la misma por parte del club moralejano: "las pruebas son los partidos que juega con nosotros". Entre ellas, el histórico triunfo del Moraleja en el estadio del Cacereño a finales del 2000 (1-2), con actuación estelar del delantero (un gol y una asistencia).

Joaquín Rifé se acabó llevando al Barcelona al proyecto de crack --que por entonces tenía 17 años-- tras una negociación que tuvo sus más y sus menos hasta que se concretó.

"Tú, ¿a dónde quieres ir?", le preguntó Manolo Alfonso a Javito cuando las ofertas se acumularon sobre su mesa. "¿A dónde puedo ir?", dijo el joven. "A donde tú quieras", le respondió el presidente. Javito eligió el Barcelona, pese a que simpatizaba más con el blanco del Real Madrid. "Mucha gente le dijo que el Bar§a trataba mejor a la cantera, que los tenía concentrados en La Masía , mientras que el Madrid los tenía desperdigados por residencias", revela el dirigente moralejano.

Los catalanes pagaron 36.000 euros (seis millones de pesetas), una cantidad que se verá aumentada si el futbolista juega una determinada cantidad de partidos en Primera y Segunda División. "El Moraleja le está muy agradecido. Con aquel dinero pagamos muchas deudas", recuerda Alfonso, un auténtico fan de Javito. "Si le siguen dando la oportunidad va a hacerse con el puesto. Puede parecer débil físicamente, pero está muy fuerte y es rapidísimo", vaticina. A su favor está el hecho de que el jugador que ocupa su puesto, Ludovic Giuly, no tiene un suplente específico. Quizás sea convocado para Albacete, pero Javito ya nunca olvidará la gélida noche de Donetsk.