Gracias, amigo Pedro Núñez. Gracias por invitarme el pasado sábado a presenciar el segundo partido de la eliminatoria para la fase de ascenso a la LEB Oro. La primera impresión al bajarme del coche fue ver grupos de aficionados que se dirigían hacia el pabellón con bufandas, trompetas y demás artilugios. Esto empezaba bien. La recuperación del sentimiento de pertenencia a Cáceres y al Cáceres caminaba hacia el Multiusos.

Redoble.

No hube andado ni siquiera veinte pasos cuando me encuentro con José María Bermejo acompañado de Santos Chaso, como si el tiempo no hubiera pasado. Buscaban un cafetito. Los dos con ánimo de apoyar para sacar el duelo adelante.

Redoble.

Ya en el interior del pabellón los ´Ortiz brothers´ me saludan amigablemente. Al menor lo recuerdo dándome prisas en una entrevista hace 16 años porque su examen de griego no podía esperar. La saga Mangut también estaba al pie del cañón. El pequeño, Marco, se ha convertido en todo un ´profesional´.

Redoble.

En el palco se ve el espectáculo de otra manera, con detalles que desde la pista tienen otra valoración. Desde el palco se gana o se pierde antes de que empiece. Se anhela ver la respuesta de la afición. Dejar más o menos sillas vacías supone el reconocimiento.

Si de buen trabajo hablamos, el equipo directivo lo ha realizado. Apostó antes de que se iniciara la temporada por devolver sin prisas, pero sin pausa, la corriente emotiva perdida hace años. Este es, sin duda, el mejor fichaje de la temporada. Recobrar las ganas de ver y sentir baloncesto Cáceres. El grupo de directivos ha sabido encontrar los recursos para devolver parte de lo perdido. El fichaje estrella ha vuelto. Y es de aquí.

Redoble.

Volver a escuchar El Redoble es síntoma de que todo va bien. Todo va por el buen camino. Más tarde o más temprano se conseguirán los objetivos. En esta tarea los aficionados tienen la última y definitiva palabra.

Pedro se emocionaba señalándome los numerosos grupos de niños que animaban. Le respondía que muchos de ellos habrán escuchado una y otra vez a sus padres y abuelos las historias de esos días en que Cáceres se emocionaba. Para todos ellos es el momento de poder vivir algo parecido por el módico precio de querer ser actores en esta historia. Será ahora o más tarde.

Redoble.

Para poner la guinda como por casualidad Carlos Sánchez-Polo, me saluda a la salida. Lo encuentro mas relajado y sonriente ahora. La transfusión de Redoble bien administrada hace maravillas. Gracias Pedro, por El Redoble. Felicidades a todos por el ultimo ´fichaje´.