El volumen de créditos para el consumo se ha duplicado en los seis últimos años, hasta llegar a casi 92.000 millones de euros, y según el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el 16,6% del consumo total que realizan las familias españolas se financia por esta vía. En 1998, la propensión a financiar el consumo a través de créditos era del 11,6%, cinco puntos menos. Además, según el IEE, el 22% de todas las operaciones que se financiaron en el 2006 con créditos al consumo no se hubieran realizado sin recibir estos recursos.

Estos datos revelan el "importante papel" de la financiación al consumo en la economía española, según destacaron ayer el director del IEE, Juan Iranzo, y el director del servicio de estudios, Gregorio Izquierdo, en la presentación del estudio La financiación al consumo: nuevos retos . En el 2006, el saldo de estos productos financieros creció el 19,3%, tras aumentar casi el 24% el año anterior, hasta representar el 9,4% del producto interior bruto (PIB), según el Banco de España.

Más espectacular fue el crecimiento de la demanda de créditos. La petición de informes bancarios por parte de las entidades financieras sobre clientes que habían pedido un crédito de consumo casi se triplicó en el 2006, al crecer el 186% respecto al 2005. Muchas de estas operaciones no cuajaron, como demuestra la menor tasa del aumento del saldo vivo (19,3%).

El 27% de las familias que piden un crédito de este tipo es para comprar un coche; el 11%, para una televisión, y otro 11%, para adquirir un ordenador. El tiempo medio que los consumidores dejan transcurrir entre compra y compra, financiadas con créditos al consumo, se sitúa en un año y cuatro meses.

OPORTUNIDADES DE NEGOCIO Aunque las hipotecas son la estrella de la deuda familiar (el 77,8% del total), el auge del crédito al consumo da una oportunidad a las entidades financieras para compensar la desaceleración del negocio de la vivienda. También en el exterior. Algunas de las estrategias de expansión internacional del BBVA (en EEUU o China) o del Santander (en Europa) se orientan al mercado en auge del crédito al consumo.

De hecho, España es el país de la UE que impone la carga fiscal más baja sobre el consumo (16,3%), seguido de Lituania (16,5%) e Italia (16,9%), y lejos de Dinamarca (33,7%) y Suecia (28,1%), que son los socios con más impuestos en este tema.

El crédito al consumo se caracteriza por su inferior cuantía y plazo de amortización, por la ausencia de garantías reales y porque sus tipos de interés son algo más altos que los hipotecarios. La tasa de mora en España se sitúa en torno al 2% del saldo total desde el 2004, un nivel que se considera relativamente bajo.

El informe del IEE calcula que el fraude en la financiación al consumo representó en el 2006 el 0,5% del saldo total de crédito. Las nuevas tecnologías han dado lugar a nuevas formas de fraude como el phising o el pharming o el Keylogger , métodos por los que, a través de la manipulación informática, los estafadores pueden apropiarse de datos confidenciales de los usuarios.

El vicepresidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Créditos (Asnef), Luis Martin, explicó que se está trabajando en la creación de dos ficheros de intercambio de información, que podrían funcionar este mismo año. Una de estas bases de datos incluirá toda la información referente a los documentos personales de identidad perdidos o sustraídos en España (fichero Persus) para evitar que una persona pueda suplantar la identidad de otra. Otra base recogerá información sobre financiaciones anteriores realizadas con algún tipo de irregularidad (fichero Fodi).

Dos de los autores del estudio, el director general de euro crédito de Cetelem, Antonio Giraldo, y el director financiero de Dinero Express del BBVA, Oscar Bañó, abogaron por el intercambio de este tipo de datos. Ambos destacaron la progresiva competencia de un sector que "cada vez cuenta con más agentes".