ONCE FUNDADORES

El 1 de enero de 1999 nació la moneda única europea para 300 millones de europeos, aunque, físicamente, no empezó a circular hasta el 2002. Once países participaron en su nacimiento. Entre ellos, España. Tras asumir el difícil reto de adecuar su inflación, déficit, deuda y tipos de interés al Tratado de Maastricht, España logró formar parte del pelotón de cabeza, junto con Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal. Después se sumaron Grecia (2001), Eslovenia (2007), Chipre y Malta (2008). Ayer lo hizo Eslovaquia, miembro número 16. Para la segunda década del euro queda la ampliación a la República Checa, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia, Bulgaria y Estonia. Suecia y Dinamarca se replantean la adhesión; incluso el Reino Unido podría reabrir el debate.

REDONDEO CARO

La satisfacción frente al euro no es total, pues se le culpa de una subida de precios muy superior a la que reflejan las estadísticas. Según un estudio del BCE, los españoles perciben que los precios se han triplicado desde 1999, aunque el IPC solo ha subido el 25%. Los productos que más han subido son los que más se consumen y los de menor precio, donde el redondeo ha sido mayor.