Acorex, la cooperativa de segundo grado más importante de Extremadura, colocará este año la primera piedra de dos grandes proyectos: la compactadora de abono de Talavera la Real y la industria cárnica en Torrecilla de la Tiesa-Trujillo, en plena carretera Nacional V.

Acorex, fiel a su compromiso con el campo y sus gentes, está aún en tiempos de crisis aportando su esfuerzo para la creación de puestos de trabajo. En total, los dos proyectos suman más de 220 empleos para la zona donde se desarrollan.

La inversión también es espectacular, puesto que para la compactadora de abonos de Talavera la Real se destinarán 9 millones de euros y para la cárnica unos 25 millones, según explicó ayer Javier Donoso, gerente de Acorex.

La industria cárnica abarca desde el sacrificio de ovino y vacuno hasta la elaboración de bandejas de producto listas para su venta en los lineales de los supermercados.

Acorex realiza una decidida apuesta por Extremadura y su sector agropecuario e cualquier circunstancia, por adversa que ésta pueda ser.

Acorex se encuentra en la lista de las diez mayores cooperativas de segundo grado del país. De hecho, ocupa el cuarto puesto de ese ránking en lo que respecta a facturación, al superar los 218 millones de euros. Cuenta con 40 cooperativas socias y unos 94 empleados. Acorex ha encarado el difícil año 2009 con un gran optimismo, siempre persiguiendo que sus asociados puedan trabajar en las condiciones más ventajosas.

Entre sus socios Acorex fomenta la cría del cerdo ibérico, auténtico estandarte de la economía regional. Este esfuerzo cristaliza en la prestigiosa marca Guadiala, que abarca una gran gama de productos ibéricos como los jamones ibéricos de bellota DOP Dehesa de Extremadura.