El grupo ACS, primer accionista de Iberdrola, no decidirá sobre una eventual operación corporativa de la eléctrica hasta las elecciones del 9 de marzo. Así lo explicó ayer su presidente, Florentino Pérez, en una conferencia ante analistas financieros para presentar los resultados del grupo constructor y de servicios.

"El nuevo gobierno tendrá que decidir claramente la política energética del país y nosotros queremos ser leales a ella", afirmó Pérez. El presidente de ACS fijó así sus plazos tras el interés mostrado por Electricité de France (EDF) sobre Iberdrola y de que Pérez haya reconocido contactos de la empresa estatal francesa con el mismo fin. "El objetivo --añadió-- es consolidar un grupo energético español, con lealtad a la política del Gobierno y donde la mayoría de los activos esté en manos de accionistas españoles". Según Pérez, "hay una oportunidad en España y si podemos la vamos a jugar".

EL OBJETIVO ACS tiene una participación en Iberdrola del 12,4% (el 7,2% directo, más otro 5,2% a través de derivados financieros) y controla el 45,3% de Unión Fenosa. Los planes de Pérez pasan por situarse como un accionista de referencia "en una gran compañía eléctrica de tamaño europeo", una "ilusión" que tiene, según dijo, desde su primera participación en Unión Fenosa. Mientras que ACS reserva para Fenosa un papel de "cabecera", Iberdrola supone una "palanca estratégica" para crear valor con un proceso de consolidación.

El enfrentamiento entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el principal accionista de la compañía es total.

RESULTADOS ACS obtuvo un beneficio neto de 1.551,1 millones en el 2007, lo que supone un alza del 24,1% sobre el 2006. El resultado neto del grupo que preside Florentino Pérez incluye las plusvalías por la venta de su filial de autobuses Continental Auto (423,7 millones) y Soluziona (49,7 millones).