Es difícil no verle sonreír. Domingo Nevado habla reposado, con un acento que delata su amor por Extremadura y con el que intenta convencer a su interlocutor de la importancia que han tenido en su vida sus grandes pasiones: la enseñanza, el campo, la poesía y el flamenco. Detrás de sus enormes gafas se esconden casi treinta años dedicados al sector bancario en la región, tres décadas en las que ha tenido muchas satisfacciones y alguna tristeza y que ahora abandona con una jubilación que le permitirá seguir haciendo cosas por su tierra.

Nació en Sierra de Fuentes hace 55 años y decidió ser maestro, así que estudió Magisterio en Cáceres y ejerció durante cuatro años en un colegio privado de la barriada cacereña de Llopis Iborra. Una "experiencia fenomenal" que terminó cuando ingresó en 1974 en Caja Rural Provincial de Cáceres, entidad que fue absorbida más tarde por Caja Salamanca y que con el paso del tiempo se denominaría Caja Duero, en donde hasta enero ha ejercido como director Territorial en Extremadura.

Presume de su amor por la tierra y de sus raíces vinculadas al campo extremeño. ¿Ha sido el campo una de las claves en las que basar su profesión?

--Mi estrecha relación con los pastores, con el campo, me ha servido de mucho, ya que, más tarde, pude entender perfectamente el lenguaje del medio rural y aplicarlo al trabajo que desarrollaba en Caja Rural. Mis abuelos por parte de mi madre eran agricultores muy modestos y por parte de mi padre eran ganaderos. Conocí muy bien la época de la transhumancia, mi infancia fue una convivencia continua con los pastores que venían de Castilla y León y pasaba muchas noches en el campo escuchando historias de esta gente que venía durante siete meses y se marchaba en la época estival. Entonces me limitaba a escuchar y aquella experiencia me sirvió para entender que no existen las fronteras. Saber escuchar también ha sido importante.

Sabe escuchar y sabe escribir, según dicen los que le conocen.

--Digamos que he sido y soy un aficionado poeta-intimista. Ahora estoy escribiendo más, ya que desde mi época de juventud no había escrito mucho. Escribir me ha servido para olvidarme de los problemas del trabajo, la escritura ha sido un refugio para mí, al igual que la lectura de la poesía. Soy un gran enamorado de los clásicos, la medida y la rima.

Y ahora que tendrá más tiempo, ¿baraja trasladar sus vivencias a un libro?

--Sí, estoy pensando escribir algo sobre todo lo que me ha pasado a lo largo de estos años y además hay mucha gente que me está animando a ello.

Además de las letras, otra de sus pasiones es el flamenco y aseguran que es buen cantaor...

--A mí el flamenco me gusta desde hace mucho tiempo. Hubo una época en la que estaba mal considerado y a mí me encantaba escucharlo. Tengo una anécdota muy curiosa en un pub de Jerez de la Frontera hace 20 años. Estaba con mi hermana y mi cuñado y de repente alguien comenzó a cantar y yo le respondí. Nos empezamos a picar y terminamos cantando toda la noche. Luego nos hicimos amigos. El flamenco es una de las raíces más profundas que tenemos de la tierra, en donde se canta al dolor... hay que escucharlo en un ambiente reducido.

Poesía, flamenco... ¿tiene más aficiones?

--No he tenido tiempo para hacer cosas, mi trabajo se ha llevado todo mi tiempo y realmente no tengo ninguna afición, y eso, ahora que voy a tener más tiempo libre, es un handicap.

Pero supongo que ya estará pensando en realizar nuevos proyectos...

--Quiero seguir toreando aunque me falte el apoderado, pero quiero seguir toreando en mi tierra. Creo que eso lo resume todo, ¿no? La verdad es que todavía no he pensado nada, he decidido tomarme el mes de marzo de vacaciones y tampoco va a poder ser por diferentes compromisos.

Y en todo este tiempo, ¿le ha faltado algún proyecto por hacer?

--Si te pones a pensar eso ahora... Realmente he sido un hombre con mucha suerte y mis principales objetivos siempre han sido no fallar a mi tierra y no fallar a mis compañeros, y eso creo que lo he conseguido. Luego se podría hablar de otras cosas como la obra social y cultural que hemos desarrollado desde Caja Duero en toda la región. La verdad es que me voy orgulloso.