La asamblea general de la Caja Rural de Baleares, reunida hoy en la localidad mallorquina de Campos, ha aprobado su fusión con Cajamar, con lo que se conforma un grupo con un volumen de negocio de 52.000 millones de euros, 690.000 socios, 998 oficinas, 5.100 empleados y 2,3 millones de clientes. El acuerdo, con el que se pone en marcha la fase definitiva de un proceso que concluirá con la integración total a finales de año, ha sido ratificado por el 99,3 por ciento de los asistentes a la asamblea, mientras que el resto se ha abstenido.

La dirección de la Caja Rural de Baleares, entidad presidida por Gabriel Roca, ha logrado la ratificación del acuerdo alcanzado el mes pasado con el consejo rector de Cajamar para constituir "la primera caja rural de todo el Estado y la primera cooperativa de crédito española", según ha destacado la entidad isleña. En la asamblea han participado 460 socios de la Caja Rural balear, de los que 155 tenían delegado el voto de otros asociados y finalmente fueron emitidos 1.015 sufragios, en torno a un 7 por ciento de la masa social de la entidad, que cuenta con unos 14.000 socios.

Representantes del Grupo Caja Rural han intervenido en la reunión para expresar su opinión contraria a la fusión, pero han prevalecido las tesis de los responsables de la caja isleña, que han defendido la fusión con Cajamar con el argumento de que la integración en "el líder indiscutible del sector de banca cooperativa" es "garantía de futuro". Caja Rural de Baleares aporta al grupo con sede en Almería un volumen de negocio próximo a los 1.000 millones de euros, con 614 millones de activos totales, una red de 30 oficinas, 134 empleados y unos 33.000 clientes.

El presidente de la entidad isleña, Gabriel Roca, ha asegurado que la entidad mantendrá su identidad, así como todos los puestos de trabajo y sucursales con que cuenta en la actualidad. Por contra, el Grupo Caja Rural, que integran 73 entidades de toda España, ha lamentado a través de una nota de prensa "la desaparición de Caja Rural Baleares". "No entendemos muy bien la razón que les ha llevado a aceptar la fusión, pues, si hablamos del tamaño de ambas entidades, el Grupo Caja Rural triplica a la caja absorbente", ha apuntado el portavoz de la agrupación, José Antonio Pérez.

A su juicio, los socios de la caja balear "seguramente han votado poco informados, cuando no manipulados, la desaparición de un buen instrumento para el desarrollo rural de las islas". Por su parte, en Almería y previamente, la Asamblea General de Cajamar ha aprobado su fusión con Caja Rural de Baleares, como paso previo a la ejecución de esta operación de confirmación por la asamblea de la entidad balear. La fusión ha sido aprobada por unanimidad por los 200 delegados congregados en Vícar (Almería), donde en representación de sus más de 600.000 socios han iniciado la operación que se anunció el mes pasado.