El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, volvió a llamar ayer a la prudencia sobre la voluminosa concesión de hipotecas, que ha elevado el nivel de endeudamiento de las familias a más del 100% de su renta bruta anual, por encima de la media europea. Ayer, le tocó el turno a las sociedades de tasación, "ya que de ellas dependen, en buena medida, el porcentaje máximo a financiar por parte de la entidad, que es importante respetar de manera efectiva", dijo.

El Banco de España quiere tasaciones más bajas que refuercen el sistema de garantías de las entidades financieras. Según Caruana, las valoraciones realizadas por las tasadoras no han de fijarse únicamente en el momento de la concesión de la hipoteca, sino que deben tener en cuenta "el comportamiento cíclico del sector inmobiliario" donde a los momentos de precios máximos, como el actual, les siguen etapas de moderación. La tasación --según el organismo supervisor-- debe recoger "el valor sostenible a medio plazo del inmueble en cuestión".

LA COMPETENCIA El supervisor quiere que las hipotecas, como máximo, abarquen el 80% del valor de tasación. La dura competencia existente entre entidades financieras hace que, a veces, éstas quieran ofrecer a sus clientes una financiación mayor. Tasaciones por encima del valor de mercado pueden permitir servir a ambos fines: conceder la máxima financiación al cliente sin violar, por ello, la regla del 80%. De ahí la llamada a la prudencia que ayer lanzó Caruana, en su intervención en el XII Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y ABC.

El análisis del Banco de España parte del hecho de que la vivienda está "significativamente sobrevalorada", en un porcentaje que Caruana ayer no cifró, aunque desde la institución se ha hablado otras veces del 20%. Es "deseable" una corrección de los precios aunque en ningún caso se producirá un ajuste "desordenado", ya que --según subrayó Caruana-- las familias no han explotado la revalorización de sus viviendas para financiar consumo y la solidez del sistema bancario español es muy alta.

No obstante, según el gobernador, las entidades deberían ponerse en lo peor. Así, bancos y cajas deberían contar con subidas en los tipos de interés, caídas en los precios de la vivienda y la consiguiente desaceleración del negocio hipotecario. También deberían tener en cuenta que una baja tasa de morosidad, "no debe inducir a una excesiva confianza y a relajar la política crediticia". Por último, las entidades deberían advertir al cliente de futuras subidas de tipos.

El gobernador del Banco de España subrayó "la solidez del conjunto del sistema bancario español", reforzada por su nivel de solvencia, así como su rentabilidad, por encima de la media de la zona euro. También elogió la prudente implantación de las nuevas normas contables.

"RIESGO ESPECIAL" Al término de su intervención, Caruana se refirió al significativo aumento de participaciones industriales de las cajas de ahorros. Explicó que las cajas, como los bancos, deben considerar como un "riesgo especial" la toma de participaciones si se realizan con criterios de estabilidad, y apuntó que el supervisor les pide que enfoquen su estrategia inversora "desde el punto de vista de sus especiales características".