El Banco Central Europeo (BCE) confía en "una recuperación gradual del crecimiento del PIB real durante los meses restantes del 2003, que adquiera un mayor dinamismo en el curso del 2004". Así lo recoge en su boletín de mayo difundido ayer.

Esta perspectiva se apoya en la esperada recuperación de la demanda mundial, en el recorte de la inflación y en el reducido nivel de los tipos. Además, el fin de la guerra de Irak implica "una disminución de importantes riesgos".

Los riesgos que aún persisten tienen que ver con el agravamiento de los déficits de la economía norteamericana y con la neumonía asiática. Mucho más pesimista fue la sensación de hundimiento de la economía que ayer dominó la reunión del G-8 en Francia.