El alza de los precios del petróleo en los últimos meses ha tenido un efecto inflacionista no deseado por el Banco Central Europeo (BCE), que en su último informe advierte de la necesidad de adoptar "una actitud vigilante en cuanto a la concreción de riesgos para la estabilidad de precios". La evolución del crudo ha generado presiones al alza significativas sobre los precios de consumo, según el informe.

TASA DEL 2,5% Así, la tasa de inflación interanual del indice armonizado de precios de Eurostat fue el 2,5% en mayo. De mantenerse en los niveles alcanzados recientemente podría provocar que los precios se mantuvieran por encima de la previsión del 2% durante varios meses.

Ese efecto inflacionista va contra el objetivo de estabilidad de precios del BCE, lo que hace cambiar el escenario de tipos en la zona euro. El Banco de Inglaterra dio ayer un paso más allá en su política monetaria al anunciar la cuarta subida de los tipos en los últimos 7 meses, hasta colocarlos en el 4,5% en el Reino Unido. Por primera vez desde el 2000, la entidad ha aumentado el tipo interbancario por segundo mes consecutivo, preocupada por un posible repunte inflacionista que ponga en riesgo la recuperación económica.

La preocupación del BCE es similar, máxime cuando un elevado nivel de precios del crudo puede poner en riesgo la incipiente recuperación de la zona euro, pero contener los precios es prioritario. En este sentido, el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, salió ayer en defensa de esa política, después de que algunos dirigentes europeos hayan acusado al actual gobernador de dar más prioridad a la estabilidad de precios que al crecimiento. Noyer insistió en que ambos criterios son compatibles.