Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona han alcanzado esta madrugada un acuerdo en el que se suspende el proceso sancionador contra Alemania y Francia por incumplir el Pacto de Estabilidad, especialmente en lo relativo al déficit público.El compromiso, que establece un déficit para estos países del 3,5% y no del 3% exigido hasta ahora, contó con la oposición de la propia Comisión Europea, Austria, España, Holanda y Finlandia. Las conclusiones de este acuerdo, fruto de ocho horas de negociaciones, serán presentadas hoy en la reunión del Ecofin (el grupo de ministros de Economia de lo Quince). La decisión significa el fin de las recomendaciones de la Comisión Europea a Alemania y Francia para que sitúen su déficit público por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) en 2005.Según lo acordado anoche, ambos países podrán flexibilizar la rebaja de su déficit hasta 2005. Así, Francia deberá reducir un 0,77% su déficit estructural en 2004 y un 0,6% en 2005 y Alemania un 0,6% en 2004 y un 0,5% en 2005. Mientras la presidencia italiana de turno de la Unión Europea ha afirmado que esta solución cumple con el espíritu y la letra del Tratado y el Pacto de Estabilidad, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, ha manifestado la opinión contraria y ha lamentado profundamente la decisión tomada al considerar que "no sigue las reglas del Pacto de Estabilidad".Solbes ha agregado que La Comisión Europea seguirá aplicando el Tratado y "se reserva el derecho de examinar las implicaciones que puedan tener estas conclusiones, si se aceptan (por el Ecofín), y decidirá las acciones subsiguientes posibles". Por su parte, el ministro de Economía francés, Francis Mer, ha celebrado que con esta declaración de carácter político se ha logrado "no introducir disensiones en el interior de nuestra Europa". El cumplimiento del Pacto de Estabilidad es considerado como una medida básica para el buen funcionamiento de la Unión Europea. De hecho, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha venido pidiendo en los últimos meses disciplina fiscal a los países de la UE, alegando que una estricta normativa presupuestaria inspira confianza económica e impulsa el crecimiento. "Hacemos un llamamiento a todas las instituciones y partes implicadas para que renueven su responsabilidad en las presentes circunstancias", dijo Trichet hace unos días. Asimismo, agregó que "confiamos en que esto dé confianza en la economía de la Unión Europea y que ayude, consecuentemente, a impulsar el crecimiento y fomente la creación de empleo".