La Bolsa española cerró hoy el año más flojo de ganancias de sus 20 años de historia, con un avance del 7,32% de su índice Ibex-35, afectado por el efecto de la crisis crediticia, pese a que ha sido el quinto año consecutivo de subidas y llegó a marcar un máximo histórico cercano a los 16.000 puntos. Aunque la mayoría de las firmas de bolsa apostaba al inicio de año por unas ganancias superiores al 10 por ciento, una vez más fallaron las predicciones y la realidad es que el Ibex-35 ha estado por debajo del rendimiento del resto de grandes bolsas internacionales, excepto Londres y Wall Street.

La subida del precio del petróleo a lo largo del 2007, la inflación y la desaceleración económica afectó a todos los mercados bursátiles, al igual que la fortaleza del euro frente al dólar, que incluso llego a rondar un cambio de 1,5 "billetes verdes" por cada moneda europea. Aún así, el Ibex-35 ha encadenado cinco años en positivo, en los que se ha recuperado sobradamente del estallido de la "burbuja tecnológica" y en los que el selectivo ha acumulado una revalorización superior al 140 por ciento.

Según los expertos, el éxito de la Bolsa española radica en que a la cascada de operaciones corporativas y rumores varios se ha unido también la decisión de los inversores de cambiar sus posiciones en el "ladrillo", ante la posible ralentización del sector, en favor de la renta variable, que en los últimos años ha demostrado ser más provechosa. Y todo ello, precisamente, en un año en el que hubieron de enfrentarse a un enfriamiento del sector inmobiliario y a una crisis de confianza por falta de liquidez que afectó y sigue afectando a los mercados financieros a consecuencia del desplome del sector de las hipotecas "subprime" -de alto riesgo- en Estados Unidos, el pasado agosto.

Última sesión

En la sesión de hoy, la última del año bursátil, los inversores optaron por las ventas y el selectivo Ibex-35 cedió el 0,48 por ciento, para establecerse finalmente en los 15.182,30 puntos. El 2007 ha sido positivo para las compañías de servicios como Acciona, que lideró las ganancias, con un ascenso del 56,25 por ciento, tras culminar con éxito su opa sobre Endesa, con el apoyo de la italiana Enel. También ha sido favorable para las empresas de energía como Gamesa, que subió el 54,47 por ciento, así como para Gas Natural, que avanzó el 36,95 por ciento, o Red Eléctrica Española, que ascendió el 36,71 por ciento.

Altadis e Iberia también registraron subidas del 28,32 y 11,11 por ciento, respectivamente, influenciadas por las diferentes ofertas de compra, mientras que Unión Fenosa y Enagás ascendieron el 26,55 y el 16,56 por ciento. También el sector financiero contribuyó a la subida anual, aunque sólo a través de Bankinter, que ganó el 5,31 por ciento y el Santander, que registró un avance del 8,75 por ciento, puesto que el BBVA, el Banco Sabadell, el Popular y Banesto sufrieron en sus respectivas cotizaciones los efectos de la crisis de confianza de los inversores.

No escaparon a ésta las inmobiliarias y constructoras, que encabezaron las pérdidas "capitaneadas" por la Inmobiliaria Colonial, que cedió el 62,32 por ciento, y seguida por Sacyr-Vallehermoso, que disminuyó el 39,94 ciento; FCC, con un retroceso del 31,54 por ciento y Ferrovial, que perdió el 33,96 por ciento. Las opas lanzadas y los rumores de otras operaciones posibles espolearon la cotización de las acciones de Endesa, Fadesa, Iberia, Altadis o Sogecable beneficiando, sin duda, a sus accionistas, aunque no ocurrió lo mismo con Metrovacesa, Sacyr Vallehermoso, Inmocaral, Urbis o Colonial, que tuvieron que resignarse a sufrir pérdidas.

Por último, hubo disparidad de comportamientos entre las empresas del sector de los medios de comunicación, ya que Sogecable ganó el 1,48 por ciento, mientras que Antena 3 y Telecinco cerraron el año con recortes en sus cotizaciones, del 37,70 y 13,96 por ciento, respectivamente. Entre los grandes valores del mercado, los llamados "blue chips", los que mejor se comportaron fueron Telefónica e Iberdrola, con ganancias respectivas del 42,53 y del 29,19 por ciento, mientras que el Santander se tuvo que conformar con un avance anual del 8,75 por ciento.

Por su parte, Endesa ganó un 5,88 por ciento, ya superados los plazos de su opa, mientras que el BBVA perdió el 4,61 por ciento y Repsol-YPF, el 4,47 por ciento, pese a los altos precios del petróleo. Pero no sólo las opas y contraopas han constituido este año la "salsa" de la bolsa, sino también las numerosas salidas de empresas al parqué, ya que en 2007 han debutado ni más ni menos que diez: Clínica Baviera, Realia, Solaria, Almirall, Criteria, Codere, Fluidra, Renta 4, Iberdrola Renovables y Vertice 360. Y para finalizar, como previsión para el próximo año bursátil, que comenzará el 2 de enero, la mayor parte de los analistas consultados esperan un ejercicio todavía menos alcista, menos especulativo y más centrado en los valores fundamentales de las empresas, con un ascenso superior al 10 por ciento.