Desde el comienzo de la crisis, el Banco Popular ha sido objeto de ataques y sospechas lanzados por expertos, especuladores y sus rivales españoles, que dudaban de su fortaleza para soportar la recesión. Pero la bolsa premió ayer con una fuerte revalorización del 5,48% los resultados del tercer banco español.

El banco ganó 766 millones de euros, lo que supone una caída del 27,2%, retroceso inferior al de sus iguales Banesto (28,2%) y Caja Madrid (68,4%). Los inversores han valorado que haya presentado esas ganancias incluso tras destinar 480 millones a provisiones voluntarias contra la morosidad. Sin esa partida, el beneficio solo hubiera caído el 7%, prueba de que el negocio le ha ido bien al banco.