El conflicto abierto hace unos meses entre el presidente de Repsol, Antoni Brufau, y el primer accionista, Sacyr, vivió ayer su episodio más crudo. Los rumores de que la constructora y el segundo accionista, La Caixa, están preparando su relevo llevó ayer al ejecutivo a convocar de urgencia un consejo extraordinario para ratificarse en el cargo. La reunión es el viernes, cuando los encuentros del consejo suelen tener lugar los últimos miércoles del mes. Brufau ha incluido en el orden del día un punto para aprobar su gestión y confirmarle en el puesto en el que lleva cinco años.