La Comisión Europea se mostró ayer "plenamente consciente" de las reclamaciones que hacen algunos países productores para que el vino producido a base de frutas distintas a la uva sea considerado igualmente vino y no excluyó que, a pesar de que de momento estas variedades están excluidas de su propuesta para reformar el sector --reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino--, puedan incluirse en el acuerdo político que se espera alcancen los estados miembros en diciembre.

El portavoz de Agricultura de la Comisión, Michael Mann, explicó que la propuesta legislativa que presentó Bruselas el pasado mes de julio, en base a la cual negocian sólo considerar "vino" a aquel producido a base de uvas, puede flexibilizarse de manera que no se excluyan otros productos con los que se logra el vino, como la manzana en Alemania. Afirmó que "en las discusiones en el Consejo y en los grupos de expertos, varios países, entre ellos Alemania y estados del este y el norte de Europa, han apuntado su preocupación" por la exclusión de los vinos de frutas.

Mann apuntó que "la propuesta es que la definición de vino es un producto de uva pero en las negociaciones estamos abiertos a propuestas y dispuestos a hallar un acuerdo pragmático".