El presidente de La Caixa, Ricard Fornesa, ha informado al Banco de España, al Gobierno, a través del vicepresidente económico, Pedro Solbes, y a la Generalitat de Cataluña de su intención de sacar a bolsa el hólding de empresas participadas, que está valorado en 20.000 millones de euros. Mediante esta operación la entidad podrá obtener recursos para llevar a cabo nuevas inversiones, particularmente en el sector financiero europeo. Aunque la fecha y el capital que sacará a bolsa aún no ha sido definido, en medios financieros se apunta a un porcentaje del 25%, lo que supondría unos ingresos de unos 5.000 millones de euros.

La salida a bolsa hace innecesaria la emisión de cuotas participativas, un instrumento para obtener recursos respaldado por el Banco de España, pero que no ha encajado en la estrategia de la caja catalana. Los representantes de CCOO en la entidad se manifestaron ayer a favor de la salida a bolsa porque evita, precisamente, la posibilidad de emitir esas cuotas.

En la operación es especialmente importante el anuncio al Banco de España, porque el nuevo hólding podría adquirir participaciones minoritarias o de control en bancos extranjeros. Este es un objetivo que ya había manifestado públicamente Ricard Fornesa, para quien la estrategia de la entidad de ahorro pasa por desinvertir en su cartera industrial y aumentar su peso financiero, en especial en otros países europeos.

EVITAR INCONVENIENTES Esta estrategia topa con el inconveniente de que el Banco de España es reticente a que las cajas puedan comprar bancos, ya que al no cotizar en bolsa el proceso no puede ser recíproco, pero con la salida al mercado del hólding, este problema quedaría soslayado, según las fuentes consultadas. Aunque todavía no se ha definido a qué tipo de inversor se dirigirá la operación, en la entidad se piensa más en el inversor individual que en el institucional.