El proceso de concentración al que la crisis empuja al sector financiero arrancó ayer. Braulio Medel, presidente de la malagueña Unicaja, y Juan Pedro Hernández Moltó, su homólogo en Caja Castilla La Mancha (CCM), anunciaron que han alcanzado unas "bases de acuerdo" para emprender la primera gran fusión interregional en el sector.

La operación cuenta con el beneplácito del Banco de España y del Gobierno. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, intentó ser imparcial --"No me parece ni bien ni mal"--, pero no pudo ocultar que el Ejecutivo ve bien la integración. "Si los consejos entienden que se defienden mejor sus intereses, bienvenida sea", subrayó.

La entidad resultante será la quinta mayor caja del país, con un activo aproximado de 60.000 millones de euros y casi 1.500 oficinas en España y en el extranjero.