El fin del programa extraordinario de financiación a un año del Banco Central Europeo (BCE), que obliga a las entidades financieras de la zona euro a retornar 442.000 millones de euros este mismo jueves --unos 70.000 millones a las españolas-- ha provocado hoy un fuerte castigo en las bolsas a los valores financieros. El Ibex 35 ha registrado la tercera mayor caída del año, con un descenso del 5,45%.

Los bancos españoles se han visto seriamente dañados por las ventas, con pérdidas que han superado el 8%. Pero los descensos han arrastrado igualmente a la totalidad de entidades financieras que cotizan en el Eurostoxx 50, lo que ha llevado al indicador de referencia europeo a pérdidas del 3,9%. Solo ha faltado que la apertura de la Bolsa de Nueva York fuera igualmente bajista para profundizar en las pérdidas.

La cuestión es que los inversores han aprovechado las dudas sobre la posibilidad de que los bancos se financien con normalidad en los mercados para intensificar las ventas. Y, desde luego, no ha ayudado que el diario británico Financial Times explicara hoy que los bancos españoles acusan al BCE de "absurdo comportamiento" por no renovar el esquema de financiación de hace un año. Lo que da a entender que pueden necesitar más que otras entidades europeas esa fuente de financiación.