La huelga general de enero ya está en marcha. Ese fue el mensaje que lanzaron ayer los sindicatos CCOO y UGT con la movilización de miles de personas en 39 manifestaciones convocadas en respuesta a la reforma de las pensiones que planea el Gobierno. Aunque las principales marchas congregaron algo menos de manifestantes que un Primero de Mayo, los líderes sindicales endurecieron su posición y advirtieron a José Luis Rodríguez Zapatero de que su oferta de flexibilidad en el retraso obligatorio de la edad de jubilación de 65 a 67 años es solo un "juego de palabras". La posibilidad de evitar un nuevo paro general en vísperas de la aprobación de la reforma el 28 de enero está en manos de Zapatero, según los dirigentes de CCOO y UGT.

Entre 800 y 1.200 personas según la policía local se han manifestado este sábado en Cáceres contra el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años, una medida que el secretario general de CCOO de Extremadura, Julián Carretero, ha considerado "unilateral" por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Los organizadores elevaron a unos 3.000 el número de asistentes.

El dirigente sindical señaló que la manifestación pretende "expresar de una manera contundente, como está ocurriendo en el conjunto de España, el rechazo" a esta medida.

La huelga volvió ayer a los discursos sindicales y a las consignas coreadas en la calle, tras unas semanas de ambigüedad a la espera del rumbo que tomaban las futuras reformas del Ejecutivo.Los máximos dirigentes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, confirmaron ayer que convocarán una huelga general antes del 28 de enero si Zapatero retrasa por ley la jubilación.

Méndez y Toxo consideraron las matizaciones incorporadas por Zapatero el viernes como un "ingenio de comunicación" que busca "edulcorar" la pretensión de elevar a 67 años la edad de jubilación "utilizando el termino flexibilizar". El presidente habló de adoptar "factores de flexibilidad razonables" de modo que los 67 años no serían obligatorios en caso de oficios penosos o de personas que han cotizado muchos años.

Unas 15.000 personas, según la Policía Nacional, y 5.199, según el sistema Lynce de Efe, participaron en la manifestación de Madrid coreando consignas contra Zapatero y los banqueros. La marcha concluyó con un discurso en el que Toxo confirmó que los sindicatos convocarán un paro el mes que viene si el Gobierno no da marcha atrás.

Para Méndez, la diferencia entre jubilación obligatoria a los 67 años y la de introducir "flexibilidad" en esta propuesta es la misma que existe "entre dar un golpe con un palo, que produce magulladuras, o darlo con un látigo, que es flexible, pero que además de producir magulladuras, produce desgarros". Para el secretario general de UGT, la "línea roja" en la reforma de las pensiones la ha puesto el Gobierno, al fijar la edad de jubilación a los 67 años y es al Gobierno a quien le corresponde retirarla para encontrar un acuerdo parlamentario y social.

"67 años no. 67 años de forma generalizada y obligatoria es la frontera entre el conflicto y la paz social", dijo Toxo. "El Gobierno no tiene apoyo suficiente para llevarlo a cabo", añadió el líder de CCOO, que dijo: "En solitario no puede hacerlo. No tiene votos suficientes. Otra cosa es que haya un pacto no conocido".

La amenaza fue acompañada de una oferta de acuerdo a Zapatero. "Hay posibilidades reales de un acuerdo global en materia de pensiones en España" si el Gobierno desiste de la jubilación a los 67 años. "La línea roja la ha puesto el Gobierno", reiteró Méndez. Las centrales aceptan retrasar la jubilación si es voluntario y están abiertas a negociar otras medidas como la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones.

Casi a la misma hora a la que daba comienzo la ola de manifestaciones en 39 ciudades españolas, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, defendió que la reforma de las pensiones que propone el Ejecutivo servirá "para garantizar la solidez del sistema en el futuro, cuando haya muchos más pensionistas".