Ninguno de los protagonistas del diálogo social quiere levantarse de la mesa y quedar como el malo de la película, pero el proceso quedó ayer severamente tocado. La CEOE rechazó la tercera oferta del Gobierno, presentada el lunes, y exigió un nuevo documento de propuestas para seguir negociando.

El Ejecutivo, que esperaba una actitud más constructiva, calificó la postura como de "máximos" y rechazó convocar un nueva reunión si la patronal no acepta el último texto como base de negociación. Con ese comportamiento, el acuerdo es "materialmente imposible", afirmó el Ministerio de Trabajo.

El comité ejecutivo de la CEOE ya había considerado inaceptable la propuesta del Gobierno por la mañana. En consecuencia, sus negociadores se plantaron en la reunión vespertina reiterando su reclamación de una rebaja de las cotizaciones sociales de cinco puntos (el Gobierno ha propuesto 1,5, y argumenta que es el máximo al que se puede llegar sin amenazar las cuentas de la Seguridad Social). También reclamaron emprender la polémica reforma laboral que el Gobierno quería que negociaran con los sindicatos en los próximos meses.

Fuentes de UGT y CCOO apuntaron que la patronal había calificado la propuesta del Ejecutivo de "insuficiente económicamente y mal orientada". Los sindicatos sostienen que aceptan la propuesta del Gobierno como base, pese a que hay cosas que no les gusta. Sobre todo, que el nuevo programa de ayuda de 420 euros para parados de rentas bajas que se queden sin prestación solo dure seis meses, ampliables a otros seis para nuevos beneficiarios.