Bernard Ebbers, expresidente de WorldCom, la empresa de telecomunicaciones en bancarrota por un inmenso fraude contable de 11.000 millones de dólares detectado en el 2002, fue declarado ayer culpable de las nueve acusaciones de fraude, conspiración y presentación de documentos falsos que se le imputaban por ese motivo. "Estamos destrozados", dijo su abogado, Reid Weingarten, pero "continuaremos luchando".

Ebbers no pestañeó al escuchar el veredicto del jurado en Nueva York, por el que podrían imponerle hasta 85 años de cárcel cuando el 13 de junio sea sentenciado. Este empresario de 63 años transformó una pequeña empresa telefónica de Misisipí en un gran conglomerado. Sin embargo, cuando estalló la burbuja de las telecomunicaciones y el negocio de WorldCom comenzó a declinar, sus responsables escondieron con irregularidades contables los problemas financieros.