El Congreso de los Diputados aprobó ayer de forma definitiva el proyecto de ley de reforma de la ley de estabilidad presupuestaria y la ley orgánica que la complementa con el apoyo de todos los grupos, a excepción del PP. La nueva ley "acaba con la sacralización del déficit cero", según dijo el diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre.

En su lugar, la ley impulsada por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, introduce el principio de "estabilidad a lo largo del ciclo", donde el superávit exigido a todas las administraciones públicas en momentos de crecimiento económico debe compensar el déficit en los momentos más bajos del ciclo. Este principio, según el diputado socialista Pedro Saura, combina "rigor y racionalidad económica". En el 2005, el total de las administraciones públicas cerró con un superávit del 1,1% del PIB y para el 2006 se ha presupuestado un excedente del 0,9%.

La portavoz del PP, Elvira Rodríguez, sin embargo, aseguró que "la mezcla de relajación y disciplina que tiene la norma va a producir irresponsables". La exministra popular, además, censuró las enmiendas introducidas en el Senado, a instancias de CiU, para reforzar la negociación bilateral de cada comunidad autónoma con el Estado a la hora de fijar los objetivos anuales de déficit y deuda, en detrimento, según Rodríguez, del Consejo de Política Fiscal y Financiera. En su opinión, se ha introducido en la ley una "subjetividad adicional", que puede producir "diferencias y privilegios" entre unas comunidades autónomas y otras.