El Ibex 35 cerró sin rumbo. El selectivo cedió el 0,01%, después de una sesión de elevada inestabilidad en la que, sin embargo, consiguió mantener el nivel de 10.643,9 puntos. Eso sí, pasó por los 10.500 y por los 10.700.

Además, la apertura en rojo de Wall Street no ayudó a encontrar la brújula. El mercado norteamericano aguardaba la publicación del Libro Beige, que finalmente no aportó grandes sorpresas.

La sesión estuvo marcada por la presentación de resultados, tanto en España como en el resto de Europa. El BBVA comunicó que ha ganado casi un 10% menos, pero aun así ha batido las previsiones de los analistas. El banco perdió el 0,52%. Entre los grandes valores, Repsol cedió el 1,11%. Iberdrola ganó el 0,04%; el Santander subió el 0,1%; y Telefónica, el 0,71%, tras conocerse que la operadora ha firmado el acuerdo de compra del 30% que tenía Portugal Telecom en la operadora brasileña Vivo por 7.500 millones de euros. Arcelor Mittal cayó un 1,92%, después de anunciar que, entre enero y junio, registró un beneficio neto de 1.832 millones de euros, frente a los 1.392 millones de euros que perdió en el mismo periodo del 2009.

En cuanto a las referencias macroeconómicas, destacó la publicación del INE de las ventas minoristas, que aumentaron casi un 1% en junio. En Estados Unidos, el mal dato de los pedidos de bienes duraderos se trasladó a la bolsa. Durante el pasado mes de junio experimentaron una caída del 1%, según cifras facilitadas por el departamento de Comercio.

A pesar de la indefinición del día, da la impresión de que las bolsas se encaminan poco a poco a la normalidad. Con la ayuda de las pruebas de resistencia y con el paso del tiempo, el pánico se va diluyendo y la percepción de quiebra de la deuda soberana --y, con ella, de la banca-- desaparece. Todo ello se refleja en la reducción de los diferenciales de los países periféricos y en una consolidación de los mercados en los niveles obtenidos en las últimas semanas.