El consumo de agua de riego para los regadíos españoles disminuyó un 16,25% en los últimos quince años, al pasar de una demanda de agua para uso agrario del 80% en 1989 a un consumo actual del 67% aproximadamente, según los datos aportados por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).

Por el contrario, la demanda de agua en España destinada a abastecimiento de poblaciones y uso ecológico experimentó un aumento progresivo en la última década. En la actualidad, más del 20% se destina a uso doméstico mientras que menos del 10% tiene como destino el uso industrial. A estos porcentajes habría que añadir el caudal ecológico que se destina para el mantenimiento del agua de los ríos.

Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, "el esfuerzo que está realizando la Administración y el sector agrario en la modernización de los regadíos nacionales permitirá un uso más eficiente del agua y, por tanto, un mayor ahorro en los próximos años". Además, conideró necesario garantizar el suministro de agua mediante infraestructuras hidráulicas.