La presidenta de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Maite Costa, dijo ayer que está segura de que las condiciones impuestas a E.ON son "asumibles" y responden a la obligación del regulador de velar por el suministro. Tras defender "la independencia" de la institución, rechazó que se haya dañado su imagen. Justificó la decisión de apartar a la alemana de la gestión de las nucleares por la continuidad de los "acuerdos tácitos" entre los socios actuales.